Un día venía cansado de clases, del clima caluroso de la cuidad, de la fuerza del día (eran al rededor de las 3 de la tarde) y justamente pasé por un lugar muy bonito de alguna parte de Maracay. La verdad ni me acuerdo de como se llama el lugar. Vi unos lindos banquito que estaban justo debajo de un gran árbol con una rica sombra, que daba un poco de calma a mí día. Pasando por ese lugar decidí sentarme un rato para disfrutar un poco de la sombra y calmarme del ajetreo del día. Del otro lado del lugar en donde me encontraba, estaban unos niños jugando en un mini parque que había. Se veían tan felices, sin preocupaciones, sin que nada les molestara con su felicidad y sus sueños. Me puse a pensar que quería volver a ser un niño, pequeño, con muchos sueños e imaginació; sentir que si quería podía construir un cohete y subir a la luna y todo podia ser real, aquellos tiempos hermosos donde todos soñamos algo tan grandioso que siempre podemos lograr. Luego de un rato caí en cuenta de que no podría volver a ser un niño, que tenía reponsabilidades de adulto, tenía que estudiar y cumplir con mi deberes... Pero, ¿saben una cosa? No creo que no puedas volver a ser un infante, pero puedes ser un niño si lo desea. Solamente tienes que dejar de preocuparte tanto y vivir tu vida día a día, pensar positivo, creer que puedes lograr todo lo que te propongas y así veras que puedes ser un niño.
La alegría de los niños
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[Fuente](http://www.crecer.pe/ventajas-de-llevar-a-tu-hijo-al-parque/)