Reto Venezuela #3: Mi grito de libertad

 "Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento, y muera el que no piense como yo" Voltaire

          

Año 2072 

Ayer llegaron algunas cosas que pertenecieron a mi abuelo José; quiso pasar sus últimos años allá en Maracaibo donde el sol alcanzaba su máximo poder. Lamentablemente, murió hace una semana, dejando un gran vacio en toda la familia. Siempre fuimos muy unidos, de pequeña era el quien creaba los juegos mas divertidos, además que tenia las anécdotas mas asombrosas a mi parecer, llenas de heroísmo y lealtad. 

                      

                            

Dentro de una caja llego algo pesado, todo envuelto en una bandera tricolor. Se trataba de varios libros, algo maltratados, un casco sumamente dañado con una cruz que lo distingue, y algunas cartas. Supuse que su patriotismo extremo tendría respuesta allí, el siempre hablaba con gran temple y valentía sobre el país, algo que a veces llegaba a molestar. Entre esas cartas me sorprendió las fechas; 2042, 2037, 2052, encaraban los encabezados de estas, sin embargo la mas antigua 2017, llamo mi atención. 

Algo viejo y muy delicado, la carta rezaba de destinatario, mi madre. Sentí mucha curiosidad, así que la abrí, despacio como si un movimiento en falso destruyese aquel tesoro. Decía… 

Caracas, junio 2017 

Mi amada madre.  

Hoy quiero pedir perdón por ser un incrédulo, un cobarde en el pasado, entiéndeme, era un niño; lamento no haber podido defenderte y hacerte respetar como es debido, mi corazón sigue afligido por eso. A pesar de esto, siento que me he encaminado, quiero ser un hijo ejemplar, cuido a mis hermanos en tus calles para que no llores mas amada madre. Como tu yo también siento y me duele dar la hora de muerte a las madres de tus hijos.  

Quiero que vivas y puedas ver a tus nietos, tus hijos, crecer, hacerte cada día mas grande, feliz y prospera, que otros en la lejanía puedan llegar a apreciarte y admirarte hasta el punto de desear conocerte. Que mi esposa venga desde ti, que te cuide igual que yo lo hago, ansió conocerla pronto. Mis hermanos que se encuentran lejos puedan regresar a tus brazos, ellos lloran día a día con volverte a ver una vez mas. Estoy seguro que lo harán. Amada madre, confía en mis palabras, que estas no se las llevara el viento. Te haremos sentir orgullosa y detendremos esas lagrimas, esa angustia que hoy carcome tu alma.    

Te amo, mi madre. 

Te amo, Venezuela. 

Sus palabras me conmovieron completamente, y después de que mi madre me explicara mas cosas sobre él, finalmente comprendí aquel patriotismo que profeso toda su vida. En la noche, cuando iba a leer nuevamente la carta, encontré un papel más pequeño, no tan viejo como el primero, al abrirlo me sorprendió.   

No dejes que tu libertad sea juguete de nadie, ni la vendas por nada, sino dime ¿De qué le sirve a un pájaro estar en una jaula de oro, si no puede volar?   

Esperamos que la historia no quede olvidada, y que las próximas generaciones recuerden estos sucesos para que no repitan este episodio tan deplorable para cada venezolano. Fuerza, hermanos. 

Imagen #1

Imagen #2