Han pasado 34 años desde aquella memorable noche en la que el joven y lesionado Daniel Larusso contra todo pronóstico se alzó con la victoria ante su némesis, Johnny Lawrence y desde entonces cada quien ha seguido con su vida como mejor han podido hacerlo. Mientras el desde entonces muy seguro de sí mismo Daniel ha tenido una vida de logros personales en especial como gerente de una cadena de concesionarios de automóviles, Johnny lucha por ganarse la vida como personal de mantenimiento para una compañía que por un inconveniente con un cliente decide terminar los servicios de él como empleado, de ahí en adelante vemos cómo resuelve o intenta resolver su vida pues todo va de mal en peor para quien fuera alguna vez la estrella de Cobra Kai quien entre otras cosas termina arrestado tras ayudar a un joven, Miguel Díaz, que era molestado por un grupo de acosadores del instituto en el que estudia, ahora Johnny depende del dinero de su siempre maltratador padrastro quien además le ofrece un dinero para sacárselo de su vida de manera definitiva, no conforme y para completar la mala racha que en los últimos días ha tenido, su preciado auto, un Pontiac Firebird es chocado por un grupo de muchachas quienes ante la histeria del dueño terminan huyendo.
Así es, a Johnny no le va nada bien, ahora su carro es llevado con quien alguna vez fuera su rival y en el intento por retirarlo de allí, así como de no cruzarse con Daniel termina consiguiendo todo lo contrario, y entre una cosa y otra finalmente lo convencen de aceptar el servicio el cual por el alto costo y la obvia situación financiera de Lawrence su contrario le ofrece cubrir todos los gastos de la reparación, resignado e intentando hacer su orgullo a un lado este acepta, no sin antes darse cuenta de que una de las chicas que iba en el auto que lo chocó es la hija mayor de Daniel, este último descubrimiento no le hace mucha gracia a Johnny, sin embargo se guarda el secreto. Toda esta serie de sucesos hacen que Johnny decida comenzar a reorganizar su vida, así acepta a Miguel como primer pupilo de karate luego de haberse negado luego que el chico se lo pide tras haberlo ayudado, y .con el dinero que le dio su padrastro vuelve a abrir el Dojo Cobra Kai.
Bueno, desde el trailer de este seriado nos engancha y más si somos seguidores de las películas, y sí, me atrevo a hablar por muchos. En esta serie\secuela del Karate Kid original nos hacen ver las cosas desde un punto de vista distinto, aquí nos vemos en los pantalones de Johnny, queremos que crezca como persona, que aprenda a llevar las cosas bien con el dojo y todo aquel que se le acerque, pero vamos, ya tiene muchos años siendo quien es y el cambio, ese crecimiento no resulta tan rápido y sencillo como pasar un switch.
Daniel sigue siendo un buena gente, pero como buena gente sin saberlo termina siendo pesado, su vida no es tan soñada como quizás aparenta y ahí se da cuenta de lo mucho que le hace falta esa guía espiritual que alguna vez tuvo en su fallecido sensei, ahora él debe buscar de poner en balance su vida antes de que se le compliquen más las cosas, así termina retomando sus prácticas karatecas
La serie es Johnny reorganizando su vida personal, tratando de dejar atrás todos los demonios del pasado que no dejan de acosarle, y Daniel tratando de mantener su negocio automotriz, su familia y a él mismo en control, en perfecto balance. Nos hace pensar en cómo ese combate, hace ya 34 años, afectó de distintas maneras las vidas de este par, Daniel cada día comenzó a creer más en sí mismo, tanto que se convierte en un coloso de las ventas, Johnny poco a poco se viene a menos, está divorciado, su hijo va por el rumbo equivocado y no quiere saber de su padre, mientras cada vez se ve más aislado de algo similar a una familia, es cada día más errático y cada día menos ánimos tiene de enmendar todo lo que necesita enmendar. Realmente genial como se trabajan ambos personajes en esta temporada, ¿Y el final? El final no sólo espeja lo que alguna vez vivió, no sólo le da una pequeña probada karmica a Johnny sino que nos deja con la incógnita del rumbo que pudiera tomar a futuro con respecto a la nueva vida que se ha plantado.
Pero la serie no solo es sobre este antagónico par, la serie nos trae un grupo de nuevos personajes todos con su aporte especial al seriado. Así vemos la evolución de varios, VARIOS personajes en el proceso, sea para bien, para mal, o para aquello que se les ha fundado como filosofía, como una creencia de lo correcto acorde a las circunstancias de cada uno de ellos y este es un tema sumamente complejo e interesante para estos tiempos de lo políticamente correcto, así vemos como a su tosca manera Johnny alienta a sus pupilos a tener más confianza en sí mismos, a no dejarse doblegar por cuanto abusador se atraviesan en el día a día, el hacerse respetar y eso no está mal, pero se manifiesta de diferentes maneras en sus alumnos, al fin y al cabo no todos son iguales, cada quien toma y asimila la influencia, esas enseñanzas que constantemente su maestro brinda de la manera como ellos mejor creen
Entre este grupo tenemos al amigo de Miguel, Eli, un chico constantemente acosado por la cicatriz que la operación del labio leporino le ha dejado en su rostro, él como muchos está cansado de los insultos y humillaciones de los chicos populares pero no tiene ni el valor ni la manera de hacer frente a quienes lo atacan, él en las prácticas y ante las presiones del sensei se ve en la necesidad de enmascararse a su manera de lo que más confianza le de y así vemos el gran cambio del chico que no sólo es superficial sino también interior, y esto es bueno, Eli, a quien terminan llamando Hawk no sólo consigue la confianza suficiente como para que este alguna vez inseguro muchacho llame la atención de una chica con la que comienza a salir, sino que camina con la frente en alto, seguro de cada paso, peeeroooo ¿a donde lo lleva la doctrina que le ha hecho creer en sí mismo? Entonces, no está mal lo que hizo de su vida, pero tal vez debería reevaluar ciertas acciones (no doy mucho detalle para no dar más spoilers)
Lo mismo con Samantha Larusso, pero desde otra perspectiva y quizás de una manera más suave, después de todo andaba con un grupo de chicas plásticas a quienes poco a poco va descubriendo como tal y de quienes se termina de separar
Pero si vamos a dos grandes desarrollos nos encontramos con Robby y Miguel, mientras uno pasa de errante a reevaluar su vida y obrar por un mejor camino, el otro pasa de la falta de confianza en sí a creer poco a poco más en él, a darse cuenta de que él puede hacer lo que antes jamás se imaginó capaz, pasa de ser el primer crítico de la doctrina de su maestro a ser su mayor exponente pues para sí, como persona, ha visto cómo estas enseñanzas de alguna forma han tenido un efecto positivo, porque una vez más, el creer en sí mismo siempre es bueno, pero a medida que avanza él se convierte en el Johnny de hace 34 años ¿Qué hay con esto? ¿Cómo Johnny ve que ese joven inocente poco a poco se parece más a quien alguna vez él fuera y que no lo llevo por el mejor camino en su vida? Y sí, sonara muy similar a la situación de Hawk quien muchas veces funciona más como un alivio cómico, la diferencia está en cómo este cambio sucede progresivamente en Miguel, y nuevamente, cómo este personaje no ve que su comportamiento quizás, quiiiizás no esté tan bien
Honestamente, el desarrollo de los personajes en general me dejó un muy buen sabor de boca, es toda una delicia esta serie en ese aspecto particular, ojo, sin menospreciar un guión bastante sólido, que sí, recurre al factor nostalgia, pero eso en este tipo de trabajos como en su debido momento señalé con Trainspotting 2, Dragonball Super y uno que otro retorno a nivel de series o películas es normal, pero en unas se abusa en demasía, en otras se maneja muy bien, acá en Cobra Kai tenemos las dosis justas de nostalgia, quizás en uno o dos capítulos parece abusarse del elemento, pero yappp, y sobre los sucesos del último capítulo con el torneo… Mmm… creo que es algo que debía suceder como sucedió justamente para continuar avanzando en el crecimiento de Johnny, para que se viera a sí mismo, visto su reflejo, el cliffhanger que nos deja la temporada hace ver que las pruebas seguirán creciendo para él como persona, y es que vamos, sucede en la vida real, (sin querer emular el eslogan de TNT), la vida nos ponemos obstáculos, caemos, caemos y caemos con ellos, hasta que finalmente no nos dejamos caer, pero nos lo vuelven a poner un par de veces más, y definitivamente no volvemos a caer, ahora ya superado ese obstáculo que tanto nos ha acosado seguro vendrá uno nuevo, pero más grande, ese es el final de la primera temporada de Cobra Kai.
La serie, repito, si te gustó la película original entonces te va a encantar, son 10 capítulos de entre 22 y 29 minutos de duración, con la excepción del final de temporada que fue un poco más largo, Cobra Kai no sólo revive la gran rivalidad entre Johnny y Daniel, sino que nos da un nuevo punto de vista de la vida de quien alguna vez fuera “el malo de la película”, nos hace comprenderlo y apoyarlo, nos hace ver que siempre hay dos caras en una misma moneda, consigue que deseemos pronto, PRONTO ver un nuevo mano a mano entre este par, y último pero no menos importante porque es un tema al que le vengo dando vuelta desde el año pasado muy en especial, cómo lo “políticamente correcto” ha afectado la sociedad joven actual, cómo los ha ablandado y por tanto los ha hecho víctimas de todo lo que ya sabemos, cómo ahora los problemas no se siembran y se solucionan cara a cara, sino con un computador de por medio, y un psicólogo como guía, es decir, Cobra Kai es muy buena en muchos aspectos
Y listo, ya la segunda temporada se encuentra en preproducción, se estima que el rodaje inicie en el último trimestre del año, así que será para 2019 que veamos cómo continuará esta historia. Realmente me gustaría escribir mucho más de la serie, solo espero que les guste tanto como a mi.
Entrada original de mi otro blog:
https://vegetarukawa.wordpress.com/2018/07/14/a-pulir-y-encerar-34-anos-despues-cobra-kai/