Caminando por Santiago de Compostela

La primera vez que escuche en un audio libro la palabra Alquimia, me pareció fascinante poder transformar un metal en oro puro. Me adentre en el concepto y termine leyendo el libro de Paolo Coelho, el Peregrino de Compostela. El autor se ve obligado para recuperar su espada en la orden de RAM, deberá hacer el camino de Santiago de Compostela; pero, por añadidura termina transmutando su propia alma, o ascendiendo un peldaño más en la elevación de la conciencia; a través de oración, ayuno y ciertos ejercicios de crecimiento.

Hoy 25 de julio la iglesia española celebra el día de su patrón espiritual, refiriéndome a Santiago El Mayor; conocido en los textos cristianos bíblicos como Santiago de Zebedeo; quién fue uno de los primeros mártires decapitados por los romanos; la causa: predicar el evangelio de Jesús el Nazareno. Pero antes de su muerte salió a predicar el evangelio por comisión y mandato de su maestro espiritual; Santiago recorrería un largo camino, y a su paso predicaba el evangelio del perdón y el amor al prójimo, levantando comunidades religiosas.

A la vez ayudo a edificar templos de oración y estudio, incluyendo la mayoría de la península Cantábrica, conocida como Galicia, pasando también por la actual Cartagena, por el Valle Del Ebro; de ahí que se le considere piedra fundamental de la fe religiosa española.

Volviendo al camino de Santiago, debido a las dificultades de su misión, se creó la tradición “El Peregrinar del Camino de Santiago” que ayudaría a un progreso sin límites por la región antes descrita. Actualmente se sigue con este turismo religioso; exceptuando este 2020 debido a la crisis de salud mundial.

Uno de los ejercicios que debe aprender el discípulo, es el de la semilla; que consiste en sentirse mental y anímicamente una semilla que es plantada en la tierra; esta deberá morir a su antigua condición en el silencio de la tierra, para volver a nacer y dar fruto abundante. Este caminar si se hace con el conocimiento claro de la meta a lograr, ha sido capaz de transformar a miles de peregrinos, en los nuevos comportamientos necesarios para vivir una vida con propósito, libre de las ataduras del egocentrismo, que es el peor enemigo de la armonía y el bienestar personal.