La Alegría de Servir

Estando en el hogar geriátrico alzó los ojos y observó estos hermosos versos de Tagore (premio nobel de literatura) y recordé lo que acababa de apreciar, con respecto a una familia de servidores voluntarios, en el hogar donde estuvo nuestro padre Thomas. Servicio desapegado para lo honra de nuestro “Dios Creador Eterno” quién es el primer servidor por excelencia, él sigue proveyendo a la humanidad: aíre, sol, agua y cosechas para la alimentación del planeta.

La familia de don Pedro, como se le conoce en el hogar; todos los días destinan algunas horas a la comunidad de ancianos, donde comparten sus energías, la señora de don Pedro está en la cocina y ayuda a las ancianas al baño corporal, también ayuda a alimentar a quienes están en convalecencia, o ya están invalidas. Don Pedro tiene entrenamiento en enfermería, él ayuda a los hombres ancianos; pero sobre todo a los que están inválidos.

Nuestro padre Thomas fue profesor de escuela, cuando despertaba el siglo; muchos niños y niñas escucharon la zurronada de poesías, como él mismo decía; pero sus hijos, siempre le recuerdan en cada dicho popular que él enseño en el día a día; recuerdo a R. Tagore cuando dice: “tengo mi propia versión del optimismo, si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta; algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente”

Nuestro padre, vivió muchos años con firme optimismo, de ser recibido en el reposo del Señor, Creador de los Cielos y la tierra; lamentablemente tuvo complicaciones de salud; pero sus oraciones al Cielo fueron escuchadas. Siempre tuvo amigos que le acompañaban y le ayudaban allí en esas casas donde le cuidaban. El niño de las imágenes es Pedrito el hijo de don Pedro; este pequeño ofrece lo que su corazón le dicta, amor y entrega sincera.

Nuestro amado padre Thomas, fue luz y alma para nuestro hogar, todos recordamos, preciados momentos en su compañía y enseñanza; -no fue perfecto, vimos en él incoherencias- pero su entrega amorosa, pronto borraba aquellas espinas que rápido sanaban.

Entregó alegría, como dice Tagore y eso recibió de todos quienes le conocieron, y compartieron alguno de sus versos; hoy honramos la amistad y servicio desapegado de don Pedro, de Pedrito su hijo, y de su cálida esposa. -Gracias amigos, y como decimos en nuestra tierra: - ¡Que Dios les bendiga con prosperidad en su hogar!

Thomas nuestro amigo y padre ha partido a la presencia de nuestro Hacedor; damos gracias a nuestro Dios-Amoroso, por que escuchó la oración de un alivio o descanso a todo el dolor corporal que soportó hasta que expiró. Nuestro deseo es que la gloria y el reposo el en Cielo, sea su presente, ¡Aleluya, enhorabuena!

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