El carpintero

in sex •  5 years ago 

Hola! esto que voy a contar es algo que me ha pasado hoy mismo y me pareció curioso contarlo. El caso es que estoy haciendo reformas en casa y había encargado un mueble para mi dormitorio. Normalmente, este tipo de muebles se los encargo a una empresa de reformas que conozco desde hace tiempo. Pues bien, esta mañana me llegué al taller para ver cuándo iban a llevarme el mueble a casa. La puerta estaba abierta y aunque llamé, nadie contestó. Así pues, entré y en principio no vi a nadie aunque si que se escuchaba algo al fondo, así que me decidí ir hacia allí. El taller, os lo podéis imaginar: maderas, barnices, pinturas, herramientas, mesas de trabajo y diferentes espacios para trabajar. Seguí avanzando y cada vez se oía más aunque no sabía distinguir qué era el ido que oía.Llegué al fondo de la nave donde no vi nadie, o eso creía yo. Detrás de unas maderas vi una mesa de trabajo donde un carpintero trabajaba.... bueno, había una mujer sentada en la mesa de trabajo dándose el lote con él. No sé si a eso se le puede llamar trabajar.... jaja! El caso es que ella estaba sentada y el estaba delante de ella, entre sus piernas comiéndosela viva, literalmente. Jo! No sabéis qué envidia me dio. La besaba con tanta pasión y con tanta lascivia, que deseé ser ella. La verdad es que el carpintero estaba de miedo: un morenazo de los pies a la cabeza, fuerte y fornido. ¡Qué gustazo tenía que ser estar entre sus brazos rodeándome por todo mi cuerpo! Eso es lo que hacía con ella una y otra vez: recorrer todo su cuerpo con sus manos: su cara, su boca, su cuello, sus pechos, su cintura, sus muslos, ahh!... Empezaron a quitarse ropa, ella más bien, y la verdad es que me hubiera encantado que no hubieran parado pero con lo obnubilada que estaba tropecé con una herramienta y ambos se sobresaltaron. Yo me agache para que no me vieran, tierra trágame, y rápidamente, se dispersaron sin llegar a ver dónde se fue ella...... Él permaneció allí disimulando como podía y entonces, aproveché que se dio la vuelta para levantarme y aparecer por allí como si nada. Lo saludé tímidamente y se dio la vuelta sorprendido sin esperarme para nada. Ahora que lo tenía delante, comprendí que la muchacha hubiera sucumbido a sus encantos. ¡Qué bueno que estaba! De arriba a abajo, para comérselo todo. Pensado en eso, no pude remediar mirar a su entrepierna y allí estaba, erguida , erecta a punto de reventar.... No sé si se dio cuenta porque fue un segundo,y entonces volví a concentrarme en lo que me había traído allí. No sin esfuerzo, (me derretía por dentro) le expliqué lo del mueble y hablando me acerqué más y más. Deseaba olerlo, sobarlo, lamerlo y degustar todos sus jugos , y cada vez que se movía para enseñarme algún material me lo comía con la mirada. Debió de notarlo, además del calentón que debía de llevar por el rato de antes, así que pareció cambiar de mbo la conversación y empezamos a hablar con un tonteo descarado y las risas invadieron el taller. De repente pudo una lámina de madera sobre el mesa y me dijo que si quería probarla. No entendía que me quería decir y me dijo que podía sentarme el la lamina de madera para comprobar lo dura que era... dura si que parecía su madera, ¡ madre mía!. Me quedé perpleja pero si quería jugar , íbamos a jugar, y así, poco a poco, me fui sentando y me quedé frente a él con las piernas abiertas como había estada la otra chica..... Se acercó el muy than y golpeó la madera con los nudillos para que viera su dureza. Joder! Estaba tan cerca que no no podía resistirme más. La escena que había presenciado me había perturbado tanto que le dije: ¿Y tu dureza dónde esta? Se abalanzó sobre mi y me beso, de devoró en segundos.... Me apretó contra sí y sentí me entrepierna palpitar de placer. Ahora era yo la que recibía sus caricias sin contarse ni un pelo: boca, cuello, pechos, muslos,.... Yo echaba mi cuello hacia atrás y gemía de placer... ¡Qué momentazo! Me miró y me preguntó que había visto y yo no supe qué contestarle así que lo único que se me ocurrió fue agarrrarle ese prominente paquete que le asomaba por el pantalón, duro como una piedra y que en ese momento deseé tener dentro de mi . ¡Qué locura! Él iba a explotar y como los dos estábamos al borde del abismo deseosos de placer, pues no nos lo pensamos más y nos lanzamos.....Yo le abrí el pantalón y deje escapar ese fiera. que me pareció enorme, erguida hacia mi como pidiéndome guerra. ¡Dios! Le había sacado la polla del pantalón a un desconocido y allí mirándola, se la agarré y estje como ganas, como si estuviera poseída, loca de sexo y lujuria, chorreosa de placer infinito.....Él disfta con mis caricias y gemía más y más, y entonces, pensé: ¡Qué desperdicio! Quiero tenerla dentro....... Me tumbé sobre la mesa y me quité botas y pantalón, braguitas y quedé al descubierto para él, en toda mi plenitud abierta de desesperación, carnoso fto, jugoso y henchido para él, solo para él como si fiera mi bien más preciado. La polla se le erguió aún más y en su cara había una expresión salvaje y hermosa. Se echó sobre mi y ya no hubo marcha atrás: abrí aún más mis piernas ofreciéndome a el como si fuera su ofrenda y él me aceptó de buen grado dándome mi recompensa: su gran falo (por lo memos a mi me lo pareció) duro y erecto, abriéndose paso entre las paredes de mis paraíso. !Qué sensación! Me acuerdo y me pongo mala. Iba abriéndose camino con maestría, embistiendo con alevosía y premeditación una y otra vez a una ritmo acompasado y que llevaba al cielo. Gemía como nunca lo había echo y deseaba que no acabara nunca. Empujaba una y otra vez encima mía y nos mirábamos como poseídos por una danza ancestral que nos llevaba a los confines del placer. ....... La clímax estaba cerca y arremetía con más fuerza, salvaje pero a la vez de manera delicada, hundiendo su polla en mi como si no hubiera un mañana, y yo quería más y mas, necesitaba más e iba a dármelo. Ya , ya venía, ya venía y arremetía con más fuerza y nos movíamos deseperadamente a un ritmo de danza salvaje. Lo notaba, venía ya, el calor me abrasaba y el placer me inundabay lo sentí, lo sentííí...... Ahhhhh! una explosión entre mis piernas inigualable, que hacía que me retorciera y gritara como una posesa demonizada, y entonces, le tocó a él , que se corrió de lo lindo con un suspiro infinito derramando su néctar húmedo y caliente por todo mi interior abrasándome como el fuero....Ahhhhh! ¡Qué placer! ¡Qué polvazo! Me acuerdo y las piernas se me abren de gusto...... Nos quedamos desparramados sobre la mesa procesando lo que había pasado hasta que reaccionamos y fuimos consciente de dónde estábamos pensando si alguien no habría visto.Nos recompusimos como pudimos y quedé con él en casa para lo del mueble, así como si no hubiera pasado absolutamente nada.......

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