Eran probablemente las 7 am, sentía una brisa fría entrando por la ventana de la habitación. Mi garganta estaba ardiéndome. "Otra vez reflujo gástrico", pensé. Le comento a mi madre que está justo al lado y ella responde con un tono sarcástico y a su vez con mucho realismo "eso es coronavirus."
Me levanté a las 2 horas aun con la molesta, pero decidí no pararle, pues "el reflujo gástrico" se me puede pasar si me cuido de no comer alimentos que sean muy ácidos o con mucho líquido.
Al día siguiente siento la molestia aun más pronunciada. Mi mamá, ante el gran numero de quejas por mi parte, se alejaba de mi por creer que era "corona". Hasta que a horas de la tarde, decido verme las amígdalas solo por intuición. Las tenía ENORMES y llenas de pus.
Jamás había recordado tener amigdalitis, pero puedo decirles que era HORRIBLE. Fui al seguro social y me mandaron un tratamiento, en incluso fui al CDI para hacerme prueba de Covid-19 (por descarte). El tratamiento no funcionaba y mis fiebre eran cada vez más fuertes, los dolores insoportables y mi sustento alimenticio más escaso aun.
Decidimos ir a una otorrinolaringóloga muy conocida en mi ciudad, yo hasta esos momentos juraba que mis pesares eran más Covid que una amigdalitis. Ella asumió la enfermedad como una amigdalitis severa, necesité de medicamentos mucho más fuertes, antibióticos intravenosos e intramusculares :(
Pero mejoré, ahora me toca cuidarme mucho porque no puedo seguir consumiendo antibióticos en caso de caer en otra enfermedad. Dios quiera y me mantenga sana por mucho tiempo. Yo creo que ya ha sido suficientes enfermedades.