¡Ahora es un buen momento para que la guerra se acabe! ¿Cuál guerra? - pregunta el joven en la montaña aquella mañana de febrero- todos tenemos una batalla emocional con el enojo, la razón y el bienestar que otorga una sonrisa.- Nuestra joven hija por ejemplo se ha enojado con su mejor amiga- nuestra reflexión: -si es compañera, no debería haber batalla emocional-
La batalla emocional representa una salida para dejar florecer el sentimiento de venganza personal. Porque así se esté tramitando una batalla nacional, son las personas quienes lideran esas causas. Pero nuestro compartir estará en adelante centrado en una sencilla terapia, para que nuestros rostros se tornen agradables con la búsqueda de la sonrisa.
Nuestro compartir surgió, con la pregunta: ¿Por qué hay personas que te miran y rechazan el encuentro visual? Y más reflexivo aún, porque ni siquiera saludan y menos sonríen; ¿le ha pasado? Puede ser la mejor amistad, o una familiar cercano y más peligroso, los de casa.
Nuestro Padre, educador y amigo nos va a recordar, lo que él aplico; la manera en que romperemos con las batallas diarias, a causa de la indiferencia. Dicen algunos terapeutas emocionales que la bendita indiferencia, asesina más que las armas. Nuestro primer ejercicio es personal: -mirarnos frente al espejo y experimentar cómo luce nuestro rostro en cada momento.
Saludos apreciados Steemians, pronto regresamos con la segunda parte del Rostro que aprendió a Sonreír. ¡Agradezco vuestro apoyo y amistad!
+Nota: Está publicación pertenece al mismo autor del blog: https://whaleshares.io/@caminante
Y del canal de YouTube -Soy caminante-