Una isla de sal.

Daniel amaba navegar, siempre que tenia oportunidad tomaba su barco y salia al encuentro con el mar.
No habia nada ni nadie en este mundo que le pudiera apasionar mas que sentir la brisa del mar tocando su rostro, oir las olas del mar y el sonido de las aves, el sol caliente sobre su cuerpo... Jamas habia pasado una noche en su barco, las noches en el mar le daban mucho temor.
Cierto dia salio a disfrutar de un hermoso momento navegando, el mar estaba tan tranquilo que no dudo en guardar sus remos y hecharse a dormir... Las horas pasaron y Daniel dormia placidamente.
Cuando desperto era de noche... Trato de mantener la calma, pero estaba tan asustado y no veia la tierra... No pudo aguantar mas y grito.
En eso unos hermosos delfines se le aproximaron y en su lenguaje hablaron, Daniel no entendio nada, pero sintió tanta tranquilidad, no estaba solo.
Los delfines movieron su barco y lo llevaron hasta una isla.

Era una isla solitaria banca totalmente, parecia cubierta de nieve, la toco y era muy arenosa, la probo y era salada, era una isla de sal.... Que impresionante!!
Esta era la mejor noche de su vida, el cielo cubierto de estrellas, la isla de sal, los delfines no lo abandonaron pasaron toda la noche a su lado, en su lenguaje le hablaban y Daniel imaginaba cualquier maravillosa historia y experiencia que unos delfines hayan vivido, el imaginaba que eso era lo que ellos le contaban.

Esta historia es original y se inspiró gracias al arte digital de @xpilar aquí su trabajo