La hermosa y sorprendente naturaleza nunca va a dejar de sorprerdernos con aquellos seres vivos que a través de diversos procesos evolutivos, han desarrollado peculiares formas o mecanismos para adaptarse y sobrevivir a sus depredadores o para soportar el impacto de otros factores externos. En este sentido, el curioso mundo de los insectos no se ha quedado atrás y constantemente sus activos miembros nos muestran su gran y envidiable capacidad para soportar y adaptarse a cambios bruscos en su entorno, como por ejemplo el lograr resistir potentes químicos que otro organismo no podría soportar, y por otra parte estarían sus notables capacidades para pasar inadvertidos ante sus potenciales depredadores; estos aspectos han hecho de estos invertebrados un grupo bastante sorprendente e importante desde puntos de vista tanto positivos como negativos.

Por otra parte, dentro del orden de los hemípteros encontramos un suborden conocido como Auchenorrhyncha, mismo, que he venido presentando y desglosando a través de diferentes escritos, con la finalidad de dar a conocer y resaltar a este grupo, el cual posee una gran importancia (negativa) dentro del ámbito agropecuario a comparación de los demás subórdenes que integran a los insectos hemípteros; dicho grupo (Auchenorrhyncha), está integrado por las importantes superfamilias Psylloidea (psillas), coccoidea (cochinillas), aleyrodoidea (mosca blanca), Phylloxeroidea (adelgidos), cicadidae (chicharras) y aphidoidea (áfidos), los cuales poseen a un gran número de especies que son plagas y portadoras de numerosos fitopatógenos. En el presente artículo, conoceremos a un grupo de la superfamilia membracoidea la cual también forma parte de los auquenorrincos (Auchenorrhyncha), específicamente a una curiosa familia conocida como membrácidos.

Para hablar de membrácidos, lógicamente debemos comenzar por hacer énfasis en lo más llamativo que poseen y esto es su peculiar forma, la cual es debida a un pronunciado desarrollo de la placa dorsal del torax, esta es conocida como pronoto, por lo tanto y aunque lo parezca no es una característica propia originada de la cabeza de estos insectos, sino del dorso de su región torácica. Por otra parte, este rasgo característico de los miembros de la familia membracidae, suele adoptar distintas formas o tonalidades y varía en cada especie como se puede apreciar en la imagen. En lo que respecta a la utilidad de este pronunciado pronoto; por una parte estaría la capacidad de poder intimidar a posibles agresores y a su vez, algunas especies han adquirido capacidades miméticas que en combinación de algunos tipos de cripsis (camuflajes), les ayuda a pasar desapercibidos; asimismo, en este pronoto existen vellosidades que se cree tienen la finalidad de detectar cambios en su entorno , por lo que les podrían servir para buscar parejas, alimento y detectar posibles peligros, no obstante, este último aspecto no está del todo comprobado. Desde el punto de vista agropecuario, tenemos que afortunadamente éstas especies no suelen ser muy problemáticas como sus parientes (mosca blanca, afidos, cochinillas, entre otros), ya que los membrácidos son plagas poco frecuentes; aún así, existen algunas especies que pueden llegar en determinados casos a afectar a las plantas, sobre todo a cultivos perennes y ornamentales.

Dentro de la superfamilia membracoidea, podemos encontrar a otra familia que se asemeja en gran medida a los membrácidos y estos son los cicadelidos, si a los membrácidos les quitamos el pronunciado pronoto, quedaría básicamente una cicadella, es por ello que este pronoto desarrollado de los membrácidos, es el principal rasgo para diferenciarlos de otros parientes lejanos y a su vez ayuda a distinguirlos a la hora de clasificarlos. Otro dato curioso es que casualmente tanto membrácidos, como cicadelidos, son los 2 grupos más numerosos de dicha superfamilia.

Anteriormente, existía otra familia llamada eurymelidae, pero esta fue posteriormente incluida dentro de la familia cicadellinae, es muy probable que con el tiempo "fusionen" a otras familias de estos insectos. Por otra parte, las 7 especies de membrácidos nombradas en la gráfica, pueden llegar a convertirse en plagas de determinadas plantas, por ejemplo; Persea americana (Aguacate), Theobroma cacao L, Annona muricata (Guanábana) y una gran variedad de plantas de la familia fabaceae sobre todo las de porte leñoso, de igual manera también se sabe que especies como la Umbonia crassicornis puede llegar a otras plantas como algunas solanáceas.

La razón principal por la que éstas especies son plagas ocasionales, es por su estilo de vida, es decir, muchas especies de membrácidos son más solitarios como el especimen de la imagen inicial Bocydium globulare, mientras que otros como los 7 que mencioné, suelen formar comunidades que "generalmente" no suelen ser muy numerosas, esto debido a que tras alcanzar la adultez la primera generación suele emigrar en busca de el sexo opuesto, ya que curiosamente no suelen aparearse con miembros de la familia con la que se formaron, exceptuando algunos casos en los que si suelen cruzarse. Este aspecto es uno de los puntos más curiosos que tienen ciertas especies de membrácidos, probablemente se deba a la forma en la que conviven dichas comunidades, en donde la madre suele proteger a los huevecillos y a todas las ninfas hasta que se desarrollen en su totalidad, en caso de no estar la progenitora, las ninfas más grandes protegerán a las más pequeñas y así sucesivamente.

De igual manera, también es importante acotar que como ocurre con otras especies de hemípteros, las hormigas también suelen tener relaciones mutualistas con algunos membrácidos, la razón es la misma que con los áfidos, mosca blanca o cochinillas, las ninfas tienen un tubo anal alargado por donde excretan el exceso de savia que gustosamente aprovecharán las hormigas, así mismo, los membrácidos suelen atraer a himenópteros meliponinos o pegones como son vulgarmente conocidas. Por otra parte, los adultos que protegen la colonia de membrácidos, suelen emitir ciertos ruidos que se cree es para mantener a la colonia activa o alerta ante cualquier amenaza, a su vez pueden aletear sus membranosas alas al sentirse amenazados. Gracias a todos estos métodos o estrategias de supervivencia que han adoptado estos insectos a lo largo del tiempo, se han asegurado la permanencia de su especie como parte fundamental de la entomofauna presente en los ecosistemas. A veces resulta muy curioso ver sociedades fuertes de otros insectos que no sean hormigas, abejas o termitas, por nombrar a los más comunes, por lo que cuando algunas de estas comunidades se asocian sobre una misma planta, es cuando pueden venir los problemas para nuestras especies vegetales.

Dentro de las características morfológicas externas de los membrácidos, tenemos que al ser insectos, poseen los rasgos propios de este grupo como el cuerpo dividido en 3 segmentos cabeza, torax y abdomen, al igual que poseen 3 pares de patas; en lo que respecta a este último punto, los auquenorrincos (Auchenorrhyncha) suborden al que pertenecen los membrácidos, poseen las patas posteriores un poco más desarrolladas y especializadas para dar buenos saltos, de esta manera y en combinación con sus alas pueden escapar cuando están en problemas o sencillamente pueden desplazarse hacia otras plantas en busca de alimento. Ahora, como se aprecia en la imagen, se puede ver una vista dorsal de un coleóptero, gracias a esta imagen se puede apreciar perfectamente un pronoto común, dicha placa exoesquelética es la que suele desarrollarse sorprendentemente en los membrácidos adoptando diversas formas y colores, en su gran mayoría suelen asemejarse a espinas, por lo que al formar pequeñas comunidades y mantenerse juntos, estos insectos pueden pasar desapercibidos al posarse en troncos o tallos de determinadas especies vegetales. A su vez, también están aquellos que son todavía más sorprendentes, ya que pueden ser capaces de mimetizarse tomando la apariencia de otros seres, como lo hace la especie Cyphonia clavata.

Si observamos detenidamente a este pequeño y extraño ejemplar, podemos apreciar que gracias a la forma que adoptó su pronoto, se asemeja a una hormiga del género Solenopsis, las cuales pueden propinar dolorosas picaduras, de esta manera y tomando dicho "disfraz" este membrácido puede evitar a posibles agresores. Cabe destacar que la coloración que adopta el pronoto de la Cyphonia clavata puede variar en color desde rojiza, marrón o incluso el negro, gracias a esta soprendente característica los membrácidos parecieran venir de otro planeta.

Al contrario que la especie Cyphonia clavata, el espécimen Umbonia crassicornis no puede mimetizarse como otro insecto; este ejemplar por su parte, suele vivir en pequeñas comunidades y gracias a la forma de su pronoto suelen camuflarse como espinas de determinadas especies vegetales, de esta forma pueden alimentarse tranquilamente. Como mencione anteriormente, esta especie es propensa a convertirse en plaga por lo general de cultivos perennes.

En esta imagen podemos apreciar otra forma de pronoto adoptada por especies del género Membracis, en este caso el pronoto es alargado y arqueado, extiendose a lo largo de todo su cuerpo. El diferenciar a las especies de este género es más complicado, ya que algunas poseen el mismo color y lo único que las diferencia son los patrones o colores que tienen los laterales de su pronoto, por ejemplo, cuando vemos que dichos patrones blancos se asemejan al número "10" como en la imagen, se trata de una Membracis foliatafasciata, mientras que si vemos que son 3 lineas verticales y algo curvas como 3 media lunas, se trata de la especie Membracis lunata. Estas especies pueden ser plagas de Annona muricata (Guanábana) y también de Persea americana (Aguacate).

En lo que respecta a la reproducción de estos insectos, hay que acotar que es del tipo sexual, tras cruzarse un macho con una hembra respectivamente, esta última será fecundada, siendo posteriormente capaz de poner entre 60 a 100 huevecillos a lo largo de toda su vida que ronda entre 40 a 50 días, el macho por su parte vive aproximadamente de 15 a 20 días, este aspecto puede variar entre especies. Tras eclosionar, las ninfas serán ápteras (sin alas) y no presentarán un pronoto tan desarrollado, con el transcurrir de los días las ninfas empezaran a aumentar su tamaño, por lo que se verán obligadas a mudar su cutícula externa para poder seguir creciendo, este proceso se denomina ecdisis, la ninfa lo hará unas 4 o 5 veces y de la última saldrá el membrácido adulto que en pocos minutos estará listo para saltar a una nueva aventura.

Como ocurre con algunos grupos de insectos, los membrácidos no presentan una fase de pupa o capullo, lo que significa que son de metamorfosis incompleta (hemimetabola), así mismo, por lo general las especies de estos hemípteros no superan los 6mm en lo que respecta su tamaño.

Como mencioné anteriormente, los membrácidos son plagas muy casuales y que en pocas ocasiones se vuelven un serio problema para nosotros, ya que también pueden vivir en completa armonía con la planta en la que hagan vida; no obstante, nunca se sabe si la fortuna estará de nuestro lado o no, por lo que si algunas de estas especies se quedan durante tiempos muy prolongados y de generación en generación, pueden empezar a afectar a la planta hasta el posible punto de colonizarla en su totalidad. De igual manera, el daño que estos pueden llegar a provocar es debido al aparato bucal picador-suctor del que están provistos, gracias a este aparato pueden perforar el tejido vegetal de una planta y alimentarse de sus nutritivos fluidos, a su vez, las hembras cuentan con un órgano ovipositor especializado para perforar tejidos o cortezas de las plantas, de manera que, para darle mayor protección a sus huevecillos, los depositarán dentro de los tejidos de la planta (postura endofítica). El daño que causan a la hora de poner sus huevecillos es el de mayor importancia, esto debido a que las heridas abiertas en la planta, pueden ser la puerta de entrada a diversos patógenos, de igual manera, dichas heridas suelen dañar los tejidos vasculares de las plantas y por lo tanto pueden afectar el desarrollo de la misma.

Al saber que esta plaga no es de mucha importancia a nivel agronómico a comparación de otras familias de hemípteros, prácticamente resulta suficiente el mantener a nuestra planta sana a través de un adecuado manejo, un buen suministro de agua y la adición de buenos biofertilizantes que mantengan a la planta bien nutrida, pueden ser suficiente para evitar la proliferación de estos insectos y la posterior caída de nuestras plantas; así mismo, el realizar monitoreos constantes, eliminar malezas y el aplicar productos orgánicos para el control de las poblaciones de estos insectos, también forma parte de las estrategias empleadas dentro de un correcto manejo integrado de plagas (MIP). El ajo en combinación con ají, funge como una buena alternativa agroecológica para combatir membrácidos y otras plagas; una forma fácil de preparar una infusión a base de estos productos de origen vegetal, sería tomando 10 dientes de ajo y 10 ajies picantes por cada litro de agua, luego licuamos y tamizamos el agua, posteriormente se deja reposar esta fórmula por 24 horas, le agregamos una cucharada de algún detergente que actúe como adherente y ya se puede aplicar directamente sobre las plantas, el ajo nos va a ayudar a repeler plagas, es bactericida y también ayuda a controlar a hongos fitopatógenos, el ají por su parte y gracias a la capsaicina contribuye a exterminar plagas.

Por otra parte, estos hemípteros también tienen varios depredadores naturales como aves, coccinélidos como las catarinas, neurópteros como crisopas y himenópteros de la familia Trichogrammatidae como la Oligosita sp estas pequeñas avispas parasitan a los membrácidos, por lo que son buenas biocontroladoras de estos insectos. A su vez, no podemos olvidar a los hongos Beauveria bassiana y Lecanicillium lecanii los cuales también son alternativas viables, para el control de estos insectos.

El presente post fue realizado desde un dispositivo android, específicamente Tablet modelo TR10RS1, las fotografías marcadas como "fotos tomadas y editadas por el autor @abneagro" respectivamente, fueron tomadas con un dispositivo movil ZTE Caribe 4 y editadas con la aplicación CANVA.