Es una reflexión interesante, y he de dedir que concuerdo contigo en varios aspectos.
Nunca sentí ganas de leer nada de él, y cuando por fin lo hice fue casi que obligada por una amiga super fanática de Coelho. La razón para no leerlos era justo esa, sus lecturas no eran mi estilo, esa avalancha de pensamientos de "La vida es bella, y cada amanecer es una buena razón para sonreír" simplemente no es lo mío, pensaba que no necesitaba que nadie me estuviera diciendo cómo debo afrontar mis problemas, y que la solución a todo es pensar positivo y sonreír... ya sabes. (Y creo que por eso que en el fondo también me niego a leer cosas de Walter Riso). Lo cierto es que los leí, uno me gustó más que los otros, hubo otro que odié (y es uno de los peores que he leído), y si bien entendí sus mensajes... no cambié significativamente mi pensar al respecto, sigue sin ser lo mío eso, pero respeto que sea lo de muchos, hay para quienes los libros de auto-ayuda son la cosa más fantástica del mundo, y está bien, al menos se sabe que el libro no lo publicaron en vano y le está sirviendo a alguien.