Pasaron los años, la cajera seguía haciendo buenas recomendaciones a los clientes, pero un día una de sus hermanas enfermó gravemente y ella, al ser el único familiar cerca, tuvo que cuidarla en el hospital por cuatro días hasta que los familiares foráneos llegaron, al regresar a su trabajo, el gerente del local no la dejó entrar y le dijo que, como había faltado mas de tres días, era igual que si hubiera renunciado según las leyes, este le pidió que firmara unos papeles pero ella se echo a llorar y se fue a sentar a una de las bancas de la plaza, el gerente le dijo que una vez que terminara de llorar entrara a su oficina para la firma de los papeles y la entrega de su finiquito.
Cerca de ahí pasaba un joven, quien al reconocerla, se acercó a ver que le pasaba, puedo ayudarla en algo, soy Mario, yo venía a comer aquí cuando era estudiante, me recuerda. La señora gozaba de excelente memoria y de inmediato lo reconoció. Ya un poco mas calmada le contó lo que había sucedido, ya eran veinte años trabajando ahí y la estaban echando aprovechando un tecnicismo legal, el le preguntó si le habían entregado algún papel donde dijera la causa del despido, ella le respondió que no, que ni la dejó entrar al restaurante, entonces él le dijo:
-Si él se aprovecha de un tecnicismo legal, nosotros podemos aprovecharnos de otro tecnicismo legal.-
Le pidió que la acompañara a su oficina, ahí le explicaron que tenía que interponer una demanda laboral, ella le comentó que no tenía dinero para eso, porque su hermana había enfermado y ya se había gastado sus ahorros, el le respondió que la representaría en forma gratuita, ella le dijo que aún así no era posible, pues tenía que buscar un nuevo trabajo y eso le quitaría tiempo, el le ofreció que trabajara para la firma de abogados atendiendo una pequeña cafetería que les pertenecía y que era un lugar de reunión común para atender a sus clientes, ella accedió muy aliviada.
El gerente del restaurante, al enterarse se molestó mucho y le habló a la señora para negociar, pero en su lugar se presentó el joven abogado, quien le recomendó darle la indemnización de ley al cien por ciento mas un bono, mas una carta de recomendación, el gerente se negó aludiendo que ella había faltado mas de tres días, el abogado le dijo que había omitido darle la carta de despido justificado en tiempo y forma, además de otras circunstancias, el gerente se molestó mucho y le dio la mano en señal de que las negociaciones habían terminado.
Al llegar la demanda el gerente empezó a sospechar que se había equivocado, pues estaban pidiendo indemnización al cien por ciento, mas las horas extras trabajadas y no pagadas en el último año, que a razón de cuatro por semana daban mas de doscientas horas extras, además de tener que pagar los salarios caídos mientras durara el juicio. El juicio duró poco mas de ocho meses, el restaurante tuvo que pagar por todos los conceptos demandados y además entregar una carta de recomendación donde se reconociera la estupenda contribución que la señora había dado al restaurante.
El gerente rojo de coraje se acercó a la señora para decirle que jamas trabajaría en otro restaurante, pero el abogado de ella alcanzo a oír, se le acercó y lo apercibió que de hablar mal de ella, estaría cometiendo un delito en términos de la ley penal vigente para esa localidad, que en todo caso podían llegar a un arreglo negociando un contrato de "No trabajar" en el que se estipule que ella se compromete a no laborar en ninguna empresa de ese giro por un período de cinco años a cambio de un pago mensual equivalente a cinco salario mínimo, el se rió en su cara y se retiró acomodándose el pantalón que se le venía cayendo, pues con los apuros del juicio había perdido unos kilos.
Unos meses después, el restaurante donde trabajaba Doña Lena lucía vacío, todos estaban del otro lado de la plaza, pues se había abierto el restaurante "Aquí está doña Lena" propiedad del bufete de abogados y atendido por la señora Lena, donde se podían encontrar los platillos de costumbre hechos al momento y con promociones enfocadas al cliente.
"Al ver el letrero no dudamos en cambiarnos de restaurante, ya extrañabamos a la señora Lena, comentó uno de los comensales"
"Se sabe la señora Lena muchas veces suplía a las cocineras que estaban de vacaciones por lo que adquirió muy buenas habilidades para llevar la cocina"
"Es una gran persona, era lo mas seguro que le fuera bien aunque nunca nunca la reconocieron antes"
"Entre los que antes eran estudiante que Doña Lena llamaba hijos, se cuentan doctores, políticos, administradores, psicólogos, maestros y por supuesto muchos abogados"
Historia original
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