La noche del fuego

Recuerdo el fuego...

El olor del humo en medio de una noche fría fuera de casa, no pertenecemos a ningún lugar, todo es tan transitorio, el fuego es tan cálido en medidas adecuadas, en momentos precisos. Tuve un impulso que hasta ahora no sabría descifrar, tal vez relacionaba el olor del humo con el fuego, al fuego con la sangre, pensé tanto en la palabra sacrificio mientras veía las cortadas en mis brazos, y sentía el sudor correr por mi espalda, por instinto miré al cielo en busca de la luna, de una que otra estrella, no habían, era un cielo absolutamente negro.

Era la noche del fuego, el universo me daba lo que quería, y yo vivía arrojándole reproches, pero esa noche no, estaba sola, era perfecto. Fue la noche que el fuego me regaló para sentirme segura incluso en el peor momento, noche del fuego, con su olor tan cálido, olor a fogata de perseguidos en descanso, con su humo, su frío y su oscuridad, con su magia.