Pendiendo de un hilo | Literatura

Fuente: NepTunE-5656

Ya no se veían como antes. En este espacio compartido, los dos no eran nada, eran el suspiro final de algo destinado a morir. Eran dos personas diferentes, en el mismo espacio sin nada en común más que un instante. Estaban borrosos, ya desconocidos que no lograban articular nada con sentido común. Pero ¿Por qué siguen aquí?

Los dos estaban bailando sin música, cuando ya todos se han ido de la fiesta. El vals solo estaba en sus cabezas, eran sus recuerdos, lo que ellos creían que fue y que nunca será. ¿Por qué seguían? Era la pregunta del millón, la respuesta más elusiva. Estaban amarrados, solo que no sabían a que.

Pero lo sabían, muy en lo profundo. El vals sin ritmo de sus vidas estaba unido por la costumbre, por el no recordar cómo vivir sin el otro.¿Hasta donde llegarán sin sentir? ¿De que les vale una compañía vacía? CUando la luz se apaga, van a casa sin tomarse de la mano. Solo caminan uno al lado del otro, como lo que son, extraños.

Ella, suspendida en el aire, pendiendo del hilo de las migajas de quien no da lo suficiente para esperar algo a cambio. Él, tan distante que ya no recuerda por qué sigue acá. El reloj suena, y se balancea girando sobre su eje. ¿Caen o sigue en el ciclo? ¿Permanecen en el aire, o deciden seguir al vacío desconocido?

Asquerosa mezcla de la comodidad y la costumbre, que le da paso al estancamiento. Receta perfecta para una muerte anunciada. Con el pasar de los días, dejan de sentir. Se hacen piedra, se enfrían. Ya no hay caricias, solo palabras lanzadas al aire tenso que los rodea. Pero siguen, porque aunque no lo quieran, para ellos estar solos es más frío que los insultos de su compañía.

Y llega el esperado punto de quiebre. La frágil realidad de lo que no se espera revienta su burbuja. Gritan, se desahogan. Son ellos los que lo ven todo claro, nada es borroso ya. Lanzan lo que tienen a la mano. Los golpea la realidad: se odian, hace tanto que se odian. Pero el desastre es el verdugo de lo que les quedaba, termina de cercenar los lazos hipotéticos que los unían a la nada de sus emociones.

La vajilla regada en el suelo, filos de cerámica apuntando en todas direcciones. Todo destruido ¿Por qué? Dependían de la destrucción mutua, de las palabras como dagas. Del herirse mutuamente para no sentirse solos. Eran acercar la mano al fuego hasta quemarse, y disfrutar la sensación de destrucción. Eran dependientes, girando en un ciclo eterno. Pero ya no más. Ya pasa la página, van en direcciones distintas.

Ella toma una cerámica y con el filo, ataca a su captor. A su costumbre, al hilo de nada que la mantiene suspendida en una prisión. Es el momento de deshacerse, de escapar, de superar. ¡Dejar atrás sus suspensión de emociones y empezar a vivir! Le aterra, se asusta pero sigue, y ve las hebras romperse una a una.

Cuando el hilo se corta para siempre y ella cae al vacío, descubre de repente que siempre pudo volar.

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¿Qué les parece esta pequeña historia de dependencia?

Este prompt lo solicité y me dieron "Dependencia emocional". Si bien al inicio era algo más al estilo de 'romper cadenas' poco a poco fue mutando hasta hacerse la experiencia de quien vive atado a una relación dependiente por miedo a caer. No parece una progresión natural, pero la verdad es que cientos de relaciones se hacen en base a esto.

La dependencia es algo peligroso, en todos los aspectos. Te disminuye, te hace sentir vulnerable e incapaz. Y es la muerte segura para el amor. Además es quizá una de las razones por las que muchos soportan maltratos, por lo que no logran cerrar el ciclo. Estas personas dependen de algo dañino, porque no conocen nada más allá de eso.

La realidad es que si es algo que genera dependencia, estás en el lugar equivocado. La vida debe ser libre, en lo emocional especialmente. Porque una cosa es compartir, y otra depender. En la primera, ambos son amplios y crecen, en la segunda, uno solo crece mientras el otro se empequeñece y desaparece. ¡Espero que les guste este pequeño cuento y gracias por leer!