La llamada que recibimos de papá después de su muerte

Hola, queridos alebrickes, hoy quiero compartir con ustedes una parte distinta de mi vida, una que no tiene que ver con dibujos sino que es una anécdota mía y de mi familia más cercana, una que nos quedó después de que mi papá falleciera

Era un día a principios de agosto del 2013, eran aproximadamente las 5 de la tarde del mismo día en que le dimos el último adiós a mi papá. Un día antes se había hecho el servicio funerario y dado que el sitio fue atestado con arreglos florales, mi mamá decidió que los regaláramos al templo donde se quedarían las cenizas de su marido.

Mi hermano mayor, su esposa y yo nos dimos a la tarea de trasladar las flores de la funeraria al templo, mi mamá se quedó en casa en compañía de sus hermanas que habían viajado desde otras ciudades para acompañarla en aquellos difíciles momentos. La entrega que nosotros hicimos no demoró demasiado, acomodamos las flores en el interior del templo y, cuando terminamos, regresamos a casa.

En casa, lo primero que mi mamá nos preguntó fue si le habíamos hecho una llamada a su celular usando el teléfono que era de mi papá. Ese teléfono lo llevaba mi cuñada en el bolso, mi hermano le pidió que cargara con él pues había necesitado varios números que se encontraban en la lista de contactos de mi papá; sin embargo, ni ella ni mi hermano ni yo lo habíamos usado para hacer ninguna llamada.

Lo primero que pensamos fue que, como suele suceder con los teléfonos móviles, mi cuñada había hecho accidentalmente una llamada al teléfono de mi mamá, dado que lo llevaba en su bolso, quién sabe, quizá había presionado algún botón que lo activara. No dimos importancia al asunto, sin embargo, yo sentí curiosidad por saber a qué hora se había realizado la llamada y por ello le pedí a mi mamá ver su teléfono.

Cuando lo miré, lo primero que apareció en la pantalla fue "llamada perdida de" y aparecía el nombre de mi papá. Efectivamente, la llamada se había efectuado cuando estábamos entregando las flores pero lo curioso era que el mensaje se desplegaba en la pantalla principal de una manera distinta a las llamadas casuales que quedan sin ser atendidas. Ésta aparecía en la pantalla de bloqueo y no daba opción de quitarla de ahí.

Notando esto, me fui al registro que queda en el teléfono de las llamadas entrantes y salientes, pensando que ahí debía tener una opción para marcar esa llamada como "vista" y así dejara de desplegarse, pero mi sorpresa fue grande cuando comprobé que en el registro del teléfono no aparecía esa llamada, como si el teléfono de mi mamá nunca la hubiera recibido. Intrigada, fui a ver el teléfono de mi papá, revisé el registro de sus llamadas y tampoco aparecía esa llamada como saliente del teléfono. Es decir que, en los registros telefónicos de ambos teléfonos, esa llamada jamás fue efectuada.

Una vez que noté esto y se lo dije a mi familia, la llamada dejó de aparecer en la pantalla de bloqueo de mi mamá, desapareciendo así por completo todo indicio de ella. La llamada jamás existió.

Mi papá solía viajar mucho debido a su trabajo. Siempre que llegaba a su destino, llamaba a mi mamá para decirle que había llegado bien. Mi mamá recordó eso en ese instante, su conclusión fue que mi papá le había llamado para informarle que había llegado a su nuevo hogar, no tenía que preocuparse nunca más por él.

En el momento en que escribo esto se me llenan los ojos de lágrimas, no porque aún no haya aceptado que mi papá ya no esta conmigo pues sé que lo está, como si estuviera en uno de sus muchos viajes, él sigue pensando en mí como yo pienso en él; se me llenan los ojos de lágrimas porque su amor es tan grande que se las ingenió para hacernos saber que él seguía con nosotros.

Durante esos días mis hermanos y mi mamá vivieron experiencias únicas que asociaron con la partida de mi papá. Yo no tuve ninguna de esas experiencias y pensé que esto se debía a que yo no soy igual de perceptiva que ellos, mi mamá y hermanos poseen esa clase de sexto sentido que les permite saber cosas antes de que sucedan, y sin embargo, meses después, mi papá me hizo saber de una manera muy especial que seguía cuidándome…

No sé por qué me dio por contarles esto hoy pero últimamente he estado recordando mucho esta anécdota y por ello la escribo en esta clase de "diario" que algún día será de los pocos vestigios que den testimonio de mi paso por esta vida.

¡Cuídense mucho todos y nos estaremos leyendo próximamente!