Autor	Sandro Botticelli
Técnica	Temple sobre lienzo
Estilo	Renacimiento
Dimensiones	278,5 cm × 172,5 cm
Ubicación	Galería Uffizi, Florencia, Italia

Ya hemos analizado varias pinturas modernas, es hora de cambiar un poco y saltar unos cuantos años en la línea de tiempo de la historia humana, ubiquémonos entre el siglo XV y XVI, en el renacimiento. Un periodo inigualable y maravilloso para el arte y la ciencia, donde la filosofía comienza a dejar paulatinamente los dogmas y la poesía retoma protagonismo, en fin, una época donde se revoluciona el presente haciendo alusiones y representaciones del pasado.

Contexto

“El nacimiento de Venus” o “La nascita di Venere” fue pintado en el Alto Renacimiento entre 1482 y 1485 por el pintor italiano Sandro Botticelli. Junto a “La primavera”, otra de sus obras reconocidas, se expuso por primera vez al público en la galería de los Uffizi en Florencia en 1815. Las cualidades estilísticas que posee la hacen muy distintiva pero lo que representó en su momento también fue muy importante.

Es una pintura icónica que hoy en día mantiene una importante influencia en el arte y la cultura contemporánea. Este cuadro es famoso por atreverse romper las barreras de la censura y prejuicios de la época con el primer desnudo de cuerpo completo en más un milenio desde las obras de arte clásico grecorromano de alrededor del 400 DC. Gracias al poder social de la familia Médici (los que encargaron la pintura), la obra no fue censurada por la iglesia luego de ser finalizada.

Botticelli destacó por revivir los intereses mitológicos de la antigüedad clásica a comparación de otros artistas renacentista como Miguel Ángel, da Vinci y Rafael que, aunque también tomaron en cuenta las obras griegas y romanas para inspirarse, en sus trabajos prevaleció la iconografía cristiana. Además, sus cuadros contenían significados filosóficos y humanistas, es notable su interés por la belleza idealizada de las figuras humanas.

Se dice que su inspiración para representar esta escena surgió del poema “La Giostra Estanza” de Angelo Poliziano, poeta protegido por Lorenzo de Medici, que a su vez se inspiró de los himnos homéricos dedicados a la diosa.

La historia descrita por Homero cuenta que Cronos, el dios del tiempo, corta los genitales de su padre Urano y los arroja al mar, el roce de la espuma con estos engendra a Venus que luego es transportada por el soplido de Céfiro hasta las orillas de la isla de Chipre donde es llevada por las Horas al lugar de los Inmortales.

Análisis

A primera vista observamos a Venus, la diosa del amor, en el centro de la composición sobre una gran concha (que hace referencia a la fertilidad femenina). Resalta su largo y ondeante cabello, con el que cubre sus partes íntimas mientras que con su brazo derecho trata de tapar su pecho, la postura en la que se encuentra no es casualidad ya que es típica en las estatuas romanas de las Venus Púdicas. La desnudez de Venus se convierte en pudor, lo que la llena de magnificencia y le da un toque celestial.

La diosa está rodeada de otros personajes mitológicos, a su derecha se aprecia a Céfiro, el dios del viento, junto a su esposa Cloris, una ninfa asociada con las flores. Céfiro está en una posición inclinada y es sujetado fuertemente por Cloris, se encuentra soplando fuertemente para que Venus llegue a tierra firme.

A la izquierda vemos una figura femenina que se prepara para cubrir el cuerpo desnudo de Venus con una túnica roja con flores, esta representa a las Horas, las diosas de las estaciones y la naturaleza, Poliziano en sus textos menciona a tres Horas pero Botticelli las reduce a una sola, las flores que rodean a Venus nos indican que esta Hora es la de primavera.

Predominan las líneas por encima del color, Botticelli usa líneas oscuras para reforzar los contornos, como si se tratara de una escultura clásica. Esto le permite mostrar su interés por la búsqueda de la belleza absoluta con el desnudo de Venus. Las dimensiones anatómicas de la protagonista son exageradas, su cuerpo es excesivamente alargado y se nota como su antebrazo derecho es muy largo comparado con su brazo.

Autorretraro de Botticelli

El cuadro no tiene mucha perspectiva, con las olas del mar y la vegetación en el fondo consigue dar una sensación de profundidad limitada. La luz destaca en la zona central del cuadro, donde se encuentra Venus, y en la esquina inferior derecha la escena es mucho más oscura, mientras que en la parte superior los árboles están iluminados desde arriba.

Sobre el color, el tono general es policromático, en el fondo dominan los colores fríos y en el primer plano los colores cálidos, dándose un contraste que a la vista se percibe armónicos y equilibrado.

La composición de este cuadro es piramidal, los tres elementos del primer plano están ubicados de manera que entre ellos se genera un triángulo visual. Asi los elementos de los extremos, generan una tensión hacia el punto central de la composición. El movimiento ondeante y majestuoso de los cabellos dorados de Venus, de las telas y de las olas, responden al afán del pintor por perennizar el momento de la forma más fidedigna según se describe en el poema.

En esencia el cuadro es una imagen mística que nos atrapa y deja en un estado de contemplación.

Curiosidades

• Generalmente se ha creído que esta obra fue encargada por Lorenzo di Pierfrancesco de Médici con el fin de adornar la Villa di Castello en Florencia. Pero estudios recientes que "El nacimiento de Venus" fue un encargo de otra persona. Por lo tanto, no se conoce la fecha exacta de su composición, ni para quien estaba dirigida.

• Está documentado por Botticelli que Venus fue interpretada por Simonetta Cattaneo, mejor conocida como «la bella Simonetta», una musa florentina protegida por los Medici. Ambos estaban instalados en en Castello, propiedad de de los Médicis.

Imagenes extraidas de Wikipedia

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