El comerse doce uvas el 31 de diciembre en horas de las doce significa mucho para muchas familias en el mundo.
Tradición que se origino en España y se fue expandiendo a otros países, en dónde comerse doce uvas durante los doce campanazos trería mucha properidad en los hogares en nuevo año.
En la Venezuela de bonanza se veía en los comercios la compra de las uvas para tal celebración el 31 de diciembre y a medida que los años iban transcurriendo y Venezuela empobreciendo se sustituía con mandarinas hasta hace poco todavía se veía en algunas casas. Este año ni hay uvas ni mandarinas o alguna fruta que pueda sustituir las doce uvas. Pero si persiste la fe en el corazón de los venezolanos que este venidero año reine la concordia y la bonanza en todos los hogares.