Besarse, es algo más que un acto de amor, pues un beso apasionado lleva implícito una serie de reacciones químicas, que generan importantes efectos en las personas involucradas. Hormonas y neurotransmisores, actúan como un importante centro de placer, cuya meta es perpetuar la especie.

Es algo tan especial y determinante en la vida del hombre que, hay toda una ciencia para ello, LA FILEMATOLOGÍA, disciplina que analiza el beso, desde lo químico, lo emotivo y lo esencial. Para besar, se necesitan dos personas, quienes motivadas por el instinto o lo sentimientos, unen sus labios y transmiten todo un arsenal emotivo, que puede llegar a ser adictivo.