CARTA DE UNA ESPOSA CANSADA

in spanish •  7 years ago 

    Siempre he dicho que la convivencia es lo más difícil en la vida de cualquier persona. Más aún cuando no has aprendido a tener el control de tus emociones, también puede llegar a ser lo más gratificante. Como les conté en mi presentación, antes de mi matrimonio actual tuve dos experiencias donde pase momentos de dolor y sufrimiento pero también de aprendizaje. Muy pronto les contaré más detalles. Sin embargo, hoy les mostraré una carta que le escribí a mí ex esposo en un momento en que sentía no podía más, como otro de mis artículos también lo pueden conseguir en ponlotu http://ponlotu.com/3017_carta-de-una-esposa-cansada/. Quiero incorporar como una reflexión para quienes puedan sentirse identificados, que lo primordial en cualquier relación es tratar de salvarla pero no convertirlo en un ciclo vicioso, si se busca la ayuda necesaria y se siente que no hay remedio y se están lastimando demasiado aléjense, no busquen de excusa que por el bien de los hijos no lo hacen, pues resulta, que ellos son los más afectados de vivir dentro de una relación toxica.  Dejo ante ustedes los fragmentos de mi sentir en aquel momento:   

                 

                                (no siempre las cosas suceden como se espera)

Todo comenzó circunstancialmente, empecé a conocerte,  a sentirme emocionada y atraída por la simpatía de un joven del cual me hice la idea era una persona jovial agradable alegre servicial. Esa fue la primera imagen que tuve de ti y luego de conocerte aún más y compartir más contigo me hiciste creer que estaba en lo cierto, siempre ofreciéndome por iniciativa propia tu ayuda y tu disposición, buen genio e incondicionalidad. Llegando a creer que había conocido por fin un hombre de buenos sentimientos y actitudes e inclusive me hice la estúpida idea que me querías más de lo que podría llegarme a querer cualquier otro hombre.         

Por esa falsa imagen de hombre sensible, compañero, buen amigo, solidario, colaborador, trabajador, emprendedor, entusiasta, entre otras. Que en los primeros tiempos construí de ti, no me permitió ver claramente la realidad cuando empezaste a mostrar tu propia careta y por ende tras un compromiso, abrigue falsas esperanzas de que todo pudiera salir bien.            

 Sin embargo, me condene a mí misma al no ser lo suficiente sabia y precavida. Me case contigo y desde entonces comenzó un calvario para mí. Rápidamente en el día de nuestra boda y luna de miel dejaste bien marcado que las cosas no estaban bien, que sabría Dios que tipo de sentimiento había en tu corazón que no te permitieron hacerme sentir querida y amada. Luego vino mi embarazo y con ello tus jugaderas, bebida, malos tratos, desprecios, humillaciones y privaciones de tu parte tanto para mí, como para ese nuevo ser que nacería.         

Hoy que te puedo decir, después de dos años y medio no tengo buenos recuerdos, solo una vida monótona, con un ser que tiene prioridades en su existir, como jugar excesivamente, beber y el escaso tiempo que dedica a su pareja lo hace de mala manera, con mala cara, gritos y amarguras.         

Déjame decirte que tampoco me sorprendes como padre pues eres de lo más común, lo poco que compartes con la niña lo haces como por compromiso, atenderla seguido es para ti un castigo y ni inviertes totalmente un tiempo exclusivo en jugar solo con ella, estimularla, enseñarla o recrearla, lo poco que haces es en respuesta a lo que yo te exijo, pero jamás por iniciativa propia o porque realmente lo disfrutes.         

Ni para decir que te ha tocado muy duro, pues bien poco que has invertido en este matrimonio y en la niña, nunca te han tocado gastos fuertes, pero si bien que te has sabido lamentar ante los gastos que debes asumir, he tenido que resígnarme todo este tiempo no solo a pasar muchas veces privaciones sino a tener un marido déspota, perezoso, inmaduro, jugador, tomador, insensible, incapaz de dedicarme tiempo, atenciones detalles, cariño o comprensión.         

Aunado a esto eres un conformista, egocéntrico, solo quieres disfrutar tu vida sin detenerte a pensar ni un momento en los que están a tu lado, no te importa salir adelante. Aunque tu sueldo escasamente te alcanza para lo estrictamente básico, poco te importa, para ti es suficiente con tal y no te falten tus vicios y diversiones.         

Pero ni en sueño pensar que seas un ser luchador, echado para adelante, pues la meta y sueño de un futuro con comodidad y sin carencias para ti es ambición. Así que prefieres tu vida fácil  y por lo tanto, es mucho pedir que intentes otra entrada o te rebusques de otra manera. Por consiguiente cuando hay una necesidad para algo de la niña o de la casa (pues es bien sabido que a mí no me das absolutamente nada) es más simple para ti decir “No tengo plata que quiere que haga”. Cualquiera podría decir por plata no voy a sacrificar a mi familia, pero claro está ese no es tu caso pues tu tiempo libre, vuelvo y lo repito ya tiene dueño… los juegos, el miche y la cama.         

No exijo un hombre perfecto pero no hay nada que te compense por donde lo vea, no tienes nada que me consuele o me haga pensar que vale la pena seguir contigo.         

Tú dices que yo soy la del problema, que soy yo quien peleo, pero realmente si es mi problema, pues soy yo quien debe aguantar todas las cosas: abandono de tu parte, incomprensión, vicios, jugadera y malos tratos. Aunado a esto tu frecuente apatía por todo: por los paseos o diversiones que muy escasamente nos has dado; por cumplir con tus obligaciones en la casa como hacer los arreglos o trabajos de hombre, mucho menos una ayuda o colaboración para arreglar o mantener la limpieza del hogar.        

Si a tu parecer yo soy la del problema porque no soy capaz de tolerar todas estas cosas pues te doy la razón, que gran problema tengo, no me siento feliz a tu lado, no me siento llena, pero si muy impotente, triste, con rabia y déjame decirte que esto no me hace bien ni a mí, ni a la niña (pues no es sano para ella crecer en un ambiente en estas circunstancias).         

Por estas razones he decidido quererme, darme mi lugar, hacerme respetar, porque después de muchos intentos de habértelo dicho, pedido y suplicado de abrir mi corazón con la verdad hacia ti y no haber conseguido nada a cambio, entonces he comprendido, que mi felicidad no está a tu lado, que no puedo quererme y respetarme, estando con  una persona que no me valora y a quien poco le importa mis sentimientos y bienestar.         

No sé si has escuchado la canción que dice: “Sembré una flor y a los 3 días que la deje de sembrar al volver ya estaba seca ya no pudo retoñar” así paso dejaste que esto se marchitara. Te digo que lograste lo que buscabas y querías, te dejo libre de hacer lo que te gusta y te hace feliz sin compromiso, ni ataduras hacia mí.         

De la niña, te digo que es y será siempre tu hija, pero cuando quieras estar con ella bríndale lo mejor de ti, si quieres y te lo propones tendrás muchas cosas buenas que enseñarle, cuando te acerque a ella, procura que sea con tiempo exclusivo para la niña, para que así puedas regalarle buenas experiencias.         

De mi parte no puedo mentir, siento rencor en mi corazón pero no te preocupes pues trabajaré fuertemente en ello hasta llegar a conseguir una relación sana de madre a padre pues ya ese será el único lazo que nos una.         

Sin más que decir se despide…                                                         

                                                                                                Tu Esposa   

POSDATA: luego de escribir esta carta duramos algún tiempo juntos, con una relación en detrimento. Luego de un año nos separamos definitivamente.    

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