¡VENCER! … en la “Lucha, no contra sangre y carne, sino… contra las Fuerzas Espirituales Inicuas…”

  … Que discurren por la tierra, incitando tu propia maldad, si, la que está dentro de ti, y que tú conoces bien, esa que te anima a lo perjudicial y sabes que te lleva a la inexistencia… 

 … Corre hacia lo bueno, persiste en tu comunión con Jehová Dios… ¿Por qué dudas? ¿No murió ya Su Hijo por todos nosotros?

 … Cada día, sale el sol que tu Creador colocó allí para darte vida, ¿y tú? ¿Qué escoges?  ¿Ver el mal que habita, que discurre, que permanece, que transforma, que busca al inocente? 

   Te digo: ¡Escoge ver el sol que tu Creador te da todos los días¡ Recuerda: si no ves el mal, sencillamente ¡NO EXISTE EN TI!

  ¿Puedes mirar un instante alrededor del mundo? ¿Puedes viajar en un minuto por encima de la tierra y observar todas las sociedades, haceres, decires, clamores, llantos, gozos, tristezas, alegrías? … Al construir o destruir lo visible o lo invisible, al pintar u ocultar, amar u odiar, gritar o callar… ¿Conoces el futuro de la humanidad? ¿Conoces las sociedades extintas? ¿Y las Sociedades supervivientes? … ¿Eres tú un superviviente?     

TOMA LA ESPADA 

   Aun en nuestra presencia, puede ser escondida de nuestra vista y nuestro entendimiento, es necesario que la busques con anhelo, que la fuerza que sientes, crezca. TOMA LA ESPADA con firmeza, asela de tu mano. La lucha a cada instante está presente. 

  Corta el mal con movimientos fuertes y certeros, con vigor y contundencia, pues no es cualquier cosa al respecto de nosotros…. ¡Sabes que hay más luchadores! ¡Miles! ¡Millones!

  La luz se abre paso en el medio de la oscuridad, es intensa y resplandeciente ¡Sí! Limpia y purifica todo cuanto toca…   

  Caminaba sobre piedras sólidas y establecidas, mi paso era seguro; cuando de repente vi a los lados y me di cuenta que un profundo e interminable vacío avanzaba debajo de mis pies… un vacío tétrico e inexorable del cual yo no quería aprender… Entonces, ¿Qué podría hacer yo? ¿Cómo salir de semejante lugar?

  Por increíble que parezca solo hacía falta: UN PENSAMIENTO, UNA DESICIÓN, para estar allí, en verdadera tierra firme, en el valle protegido por las 2 montañas.

  ¡Y lo hice! Decidí estar allí, en el valle prometido, lo pensé y habité… verdadera felicidad y gozo… suelo firme y productivo, naturaleza viva y personas verdaderas, escapé de las mentiras y la falsedad… ¡QUE GRANDE ERES JEHOVÁ!

EL ESCUDO TE PROTEGERÁ

  De los proyectiles encendidos del inicuo, dirigidos para destruir, acabar, desolar… Y ¡Si; son más fuertes que tú! 

  ¿Qué puedo hacer? … TOMA EL ESCUDO GRANDE DE LA FE, con el cual podrás apagar TODOS los proyectiles encendidos del inicuo… 

  … El inicuo que está contenido en la esfera, sube y baja sin poder escapar, se retuerce y forcejea porque sabe Quién prevalecerá. Ya la sentencia esta dictada, el juicio ha concluido, la ejecución es inminente… ¡Si! Van caminando por el pasillo de la muerte… ¡Dead men walking! 

  Viene el mal que ves y el que no ves. Realmente hay una diversidad de formas, tamaños, colores, olores y condiciones del mal… Y TODOS pueden fallar porque EL ESCUDO TE PROTEJERÁ.

  Escucho los proyectiles impactando contra mi escudo, y golpean, desaparecen y se apagan. Son una lluvia que cae sin cesar, constante, creciente a veces, y otras veces parece que mengua, pero es que quiere chizpotear desde el piso hacia mí. 

  A cada instante que resisto, “sigo adquiriendo más potencia en el Señor, y en la potencia de su fuerza”.     

  Estoy tranquilo, sí, estoy firme, pero no con firmeza que proviene de mí, sino con la firmeza que proviene de Jehová Dios, el Único Dios verdadero, que me permite resistir el día inicuo, y erigirme por encima de mi propia maldad, de la ajena, de la colectiva y de la universal. 

 ¡CUIDADO!... QUE NO QUEDE TU CASA VACÍA MATEO 12:43-45  

  ¡Cuidado!… que nunca quede tu casa vacía… porque puede ser habitada por el inicuo.

  Un hombre, lleno de luz, tropezó un día y cayó, pero al comenzar a caminar el panorama, aun siendo el mismo, era ya diferente. Él lo sabía, pero siguió caminando, ignorando lo que sentía, lo que crecía en su interior y que lo estaba devorando, primero de a poco y luego como una tempestad avasalladora de la que nunca decidió salir. ¡Si!, su peor enemigo fue él mismo.

  Sus amores, sus cariños, le pedían que volviera, le advertían del peligro, pero no escuchó, y ellos mismos fueron desprendiéndose de él uno a uno, como pétalos de una flor marchita, por la cual ya no corre la sabia de la vida.

  Permaneciendo con el inicuo, se negaba a reconocer que le estaba extinguiendo la vida, que fue construida en el la morada del inicuo, inicuos en su más repugnante condición.

  Todavía podía tomar una decisión en su corazón, podía volver a vivir, aunque no lo hizo y quienes como él, no vuelven a la luz, su condición final llega a ser peor que la del principio porque los espíritus inmundos fijan su morada en él.    

  “Por esta causa tomen la armadura completa que proviene de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas cabalmente, estar firmes” (Efesios 12:13)  

  MORARÉ en “el Lugar Secreto del Altísimo” SALMO 91  

  Jehová es mi morada, mi refugio, mi plaza fuerte en Quien de veras confiaré, aunque yo sea débil, aunque venga el inicuo, aunque sufra tempestad, yo buscaré a Jehová Dios, mi Salvador, mi Padre Celestial que me cuida y me guía en este valle de sombras. 

  Jehová, me diste libre albedrío, y tengo firmeza en usarlo para adorarte, honrarte y regocijar Tu corazón.

  Sé que no estoy solo, sé que muchos nos unimos en adoración a Ti, y que desde nuestra existencia enviamos a Tu Presencia nuestras alabanzas, amor, gratitud, gozo por conocerte Jehová y recibir tantas misericordias de vida, por cada respiro y cada rayo de sol que nos ilumina con su calor que nos cobija y nos sostiene. 

  Por eso, cada día, cada momento quiero usarlo para acercarme a Jehová Dios, junto con una nación escogida para Su Nombre (Isaías 43:10), y realmente recibir a miles, a millones que escapan de las trampas del pajarero y vuelan a la luz de la Gloria de Jehová Dios por siempre jamás. 

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