Siempre Alice: la lucha contra la Enfermedad de Alzheimer

En esta ocasión les vengo a hablar de Siempre Alice, una película que retrata a una mujer que debe (tratar de) vivir con la Enfermedad de Alzheimer. Esta película me llamó muchísimo la atención por el tema que trataba ya que soy estudiante de psicología, y tengo un particular interés por el estudio de las enfermedades mentales.

Además, quisiera ir introduciendo en el blog ciertos contenidos relacionados con la psicología y tratamientos conductuales que creo que pueden ser de suma utilidad para la comunidad de Steemit, ¿qué opinan?

Creo que es justo empezar diciendo que la actuación de Julianne More en esta película es simplemente magistral. La actriz relató que pasó algún tiempo con pacientes que presentaban esta enfermedad de forma a darle más vida a su papel, y lo logró.  Demostró una gran capacidad para reflejar en su actuación toda la gama de situaciones que se pueden presentar cuando una persona que es especialista en asuntos del lenguaje, ve cómo se va derrumbando esa potente estructura de las palabras admirablemente recordadas y utilizadas para formar frases coherentes y brillantes, a medida que se presentan huecos, grietas, fracturas, aquí y allá. Dados sus conocimientos y su capacidad, tal persona reacciona con esperanza y creatividad, desarrollando alternativas y medios para no perder el ahora, para no ser arrastrada a los abismos de la inseguridad y de la inconsciencia. Fuente de imagen

Además la película nos ofrece varios diálogos profundos e impactantes que ayudan a visualizar el amplio rango de situaciones humanas. Uno de los temas que se trata de manera novedosa es el papel de la memoria y del olvido en las relaciones humanas, de forma tal que se desmitifica esa sensación de importancia que todos damos a lo que se ha dicho como fuente irreversible de comportamientos. Se vislumbra otra posibilidad más compasiva y cariñosa, en la cual lo que ha pasado puede ser objeto de miradas traviesas y divertidas, más que de serios y reflexivos análisis. 

Algo que me causó ternura fue la relación que mantiene Alice con su hija menor, Lydia (interpretado por Kristen Stewart). Es posible notar que si bien no mantiene la mejor relación madre-hija, esos lazos se van afianzando y haciendo más íntimos conforme la enfermedad de Alice avanza y Lydia debe velar por ella. Fuente de imagen

En el caso de Alice, es posible observar a lo largo de la película que ella va presentando déficits en la memoria como desorientación espacial (lo cual se ve en la escena en que se pierde mientras va trotando por el campus en el que dio clases durante 20 años) y personal, presenta insomnio y alteraciones en el lenguaje como afasia nominal.

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, se puede concluir que las técnicas conductuales adecuadas para el caso no estarían destinadas a que Alice adquiera nuevas conductas mediante el aprendizaje pues dado que la enfermedad de Alzheimer es de carácter degenerativo, el aprendizaje adquirido de las conductas que fueran instauradas o reforzadas perdería su efecto al cabo de cierto tiempo. Por ende la mejor estrategia sería proporcionarle ayudas externas que le puedan ofrecer señales en caso de que se olvide de algún contenido que manejaba a diario, como por ejemplo ubicar un post-it en la mesita de noche que le indique dónde se encuentra el baño de forma que pueda dirigirse allá cuando despierte y así aumentar en cierta forma el control de esfínteres, otra nota en la cocina que le indique dónde se encuentran los alimentos que ella suele consumir, entre otros, para así aumentar en cierta forma su nivel de independencia en su vida cotidiana y hacerla más ligera. Cabe recalcar que estas ayudas visuales que se le proporcionan a la paciente no son aprendidos por ella debido a la característica degenerativa de la enfermedad, razón por la cual es poco probable que se creen repertorios conductuales.  Fuente de imagen

Por otro lado es relevante llevar a cabo la interconsulta con el neurólogo de Alice, quien está capacitado para recetarle ciertos medicamentos que si bien no solucionan la enfermedad como tal, pueden disminuir los efectos secundarios de la misma como lo son la ansiedad (lo cual es generalmente tratado con ansiolíticos como las benzodiacepinas que serían adecuadas para Alice ya que ella no presenta síntomas psicóticos) y/o la depresión (como citalopram, fluoxetina o mirtazapina).

Además el acompañamiento de la familia es esencial para el desenvolvimiento de Alice en su vida diaria, pues como se puede observar en la película, la paciente va perdiendo sus facultades mentales paulatinamente como la capacidad de controlar esfínteres o vestirse por la mañana, lo cual a su vez le resta independencia en su qué hacer diario, y puede sobrecargar a los familiares.    

Siguiendo la línea anterior, en la película se observa que el esposo de la paciente se ve muchas veces desbordado por la carga emocional que conlleva tener una pareja con dicha enfermedad, al igual que los hijos se muestran severamente preocupados por la condición de su madre. Debido a esto es necesario proceder a psicoeducar a los familiares de Alice con respecto a la EA, con el fin de educarlos acerca de las características de la enfermedad y sus efectos en el comportamiento de la paciente; el conocimiento acerca de este tipo de demencia puede disminuir el nivel de ansiedad y de emociones negativas y así permitir la aparición de comportamientos más funcionales en los familiares de Alice para auxiliarla y comunicarse de forma más efectiva, lo cual permite a su vez un mayor involucramiento de la paciente en actividades cotidianas, a pesar de su condición.   Fuente de imagen

Además es necesario crear grupos de apoyo de familiares de pacientes con Alzheimer ya que, como fue expuesto anteriormente, el hecho de tener un familiar con este tipo de demencia puede provocar desgaste físico y aparición de emociones negativas que pueden conllevar a trastornos más graves del estado de ánimo como depresión o ansiedad si no son tratados en el momento adecuado. Con la creación de estos grupos, se les da la oportunidad a los familiares del paciente con EA de expresar sus emociones en un entorno adecuado de manera a que la persona no se desborde ni se desgaste emocionalmente y, con la ayuda de otros integrantes, buscar soluciones y comportamientos más adaptativos de acuerdo con los problemas que presenten.