Morado: un final inesperado.

A quien no le pasa que tiene un amor platónico, alguien por quien suspiran con solo pensarlo, el corazón le palpita fuerte nada más con verlo, sin embargo no son capaces de decirle una sola palabra cuando tienen la oportunidad. Esto nos sucede a la mayoría, y casi siempre terminan con un final inesperado.

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Todas las mañanas desde bien temprano, ella se levanta haciendo sus oficios y responsabilidades del día a día, no sin antes asomarse por la ventanilla de su sala y mirar hacia la casa del frente, donde vive la persona que le roba los suspiros, le hace latir el corazón sin control con solo verlo, tomando café con su desayuno, y leyendo como de costumbre su periódico.

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Ella todos los días está al pendiente de cuando él va a salir, para hacer parecer una coincidencia de que salen al mismo tiempo, sin embargo, no lo hace todos los días para que su príncipe azul no sospeche. Cuando salen “al mismo tiempo” ella aparenta no verlo, solo finge una llamada, mira hacia su jardín acomodándose sus lentes y hace como que es una llamada importante. El solo se detiene por unos segundos a mirarla como pensando que le pasara a esta chica. Ambos caminan en dirección contraria a sus trabajos.

Ella ha buscado una y mil maneras de hablarle, conocerlo, saber su nombre, decirle que le gusta y que se vuelve loca por él. Ensaya cada ocasión, práctica frente al espejo la forma en que le dirá lo que siente y hasta se imagina robándole un beso. Le cuenta a Dios de su enamorado y antes de dormir le pide que la ayude a conocerlo. Pero cada vez que el destino los pone cerca, con solo verlo ella pierde el control, su cara empieza a ruborizarse, comienzan las mariposas en el estómago a producirle náuseas, siente como la respiración se la va trancando rápido y comienza a sudar de manera exagerada sus manos.

Así van pasando los días, hasta que de pronto al asomarse por la ventanilla, no lo ve con su café y su periódico. Y piensa: debe estar enfermo. Pero cuando sale de su casa, se da cuenta que hay un carro funerario, se llena de miedo y sale corriendo hacia su casa como poseída, con el corazón a punto de salirse de su pecho, llega a la puerta y se asoma por la ventana y lo ve con su cara llena de lágrimas. Él la ve, y le abre la puerta, le cuenta que su mamá había muerto, y ella aún nerviosa y sin saber qué hacer, lo abraza muy rápido y sin querer le da con la cabeza en el ojo dejándoselo morado.

Saludos amigos de Steemit.