Ilustraciones // Personajes de Almas de Aurora #4: Lahierbus

in spanish •  7 years ago 

01.02.18

Saludos Steemians, aquí otro perfil de mis personajes con un relato corto, espero les guste.
Quiero agregar que el apoyo del proyecto @cervantes en mi post de ilustraciones anterior fue muy motivador para mí, y estoy muy agradecido por saber que mi contenido es reconocido como uno de calidad y original. Esto me ha hecho reflexionar sobre la perseverancia, y lo dejo manifestado en el relato del personaje que les dejo a continuación.

Antes de comenzar, quiero agradecerles nuevamente a @cervantes y a @sancho.panza por sus votos. Espero que mis futuros relatos sean de su agrado.

*Todas las imágenes del personaje en este post son de mi autoría, realizadas primero a lápiz y luego editadas en Adobe Photoshop.
*Los separadores de texto son de esta fuente
*El personaje pertenece a una de mis obras literarias.

Lahierbus

Un personaje importante en la primera parte de la Saga Almas de Aurora.
Su especie reptil es común en pocos planetas del Universo Aurora, sin embargo, en raras ocasiones es vista en zonas con poca vegetación. Su comportamiento es a veces agresivo con otras criaturas que posean las mismas afinidades con la naturaleza, por eso es temido por ciertas formas de vida que habitan los bosques. Tiene un control tan impresionante sobre las plantas que puede hacerlas crecer en instantes, y hasta le pueden crecer en su propio cuerpo dependiendo de su estado de ánimo. Su arma para defenderse es su espinosa cola, la cual es capaz de manipular de tal modo, que puede hacerla tan larga como quiera o regenerarla en caso de ser cortada.

En la primera parte de la Saga, los protagonista se enfrentan a un ejemplar de esta especie.

La sorpresa verde del granjero

Cuentan los testigos que en una granja al lado de un sendero cercado, había un viejo granjero que sufría por las sequías, ya que la ausencia del agua impedía que sus cultivos crecieran. Todos los días eran soleados para sus siembras, en ninguna ocasión el cruel cielo se apiadaba de ellas, ni siquiera para dejar caer un rocío. Muchos le dijeron al viejo que se rindiera y vendiera sus tierras, pero él nunca abandonó su fe, así que siguió sembrando sin importar las adversidades.
En una ocasión, él se vistió con una camisa de cuadros de color azul y se rascó la barba gris que le creció con el paso de las semanas. Entonces, entre tanto hacía más siembras, un reptil mitad planta, cuya cola estaba decorada con espinas, apareció caminando en el sendero cercado. Cuando se fijó en la camisa azul del granjero y su granja desértica, se sintió atraído hacia el lugar, como si las dos imágenes le pronosticaran que llovería en una tierra fértil. Luego, sin que el granjero se percatara, se escabulló con agilidad hacia los campos de cultivo. Mientras el viejo estaba viendo hacia otro lado, el animal rozó con sus patas la tierra, notando las semillas plantadas recientemente. Su alegría fue tan evidente que le floreció un par de flores en sus extremidades, pues con muchas ansias se comió la tierra con las semillas incluidas.
A pesar del festín que gozaba, el granjero no percibió su presencia por unas cuantas horas, era como si se hubiese camuflado al empezar a comer. Conforme la arena del tiempo caía, a las pocas personas que transitaban el sendero les llamó la atención el cómo comía el reptil. Cuando el granjero los vio, pensaba que lo observaban admirando su dedicación a la granja, llenándose de ilusiones que inflaban su ego como un globo. Él permaneció trabajando y creyendo en sus fantasías, mientras, el animal ya había devorado la mitad de las siembras, dejando agujeros por doquier. La aguja que reventó la falsa armonía del viejo fue lo que dijo un espectador:
— ¡Oh bendita madre naturaleza! ¡Un Lahierbus!
En cuanto el granjero oyó eso, se dio la vuelta y vio al reptil de cola espinosa. Se le apreciaba satisfecho en medio de ese campo profanado como una tumba. Al darse cuenta que él le había robado sus tesoros, se enfureció dispuesto a echarlo a patadas.
Justo cuando corrió hacia su objetivo, el Lahierbus enterró su cola de piel de rosa en la tierra y en un instante comenzaron a crecer vegetales y árboles. El denso surgimiento de plantas detuvo al viejo, dejándolo boquiabierto. Entre tanto tardó en reaccionar, escuchó a los espectadores murmurando que él sí era afortunado, que toparse con un Lahierbus no le ocurría a cualquiera. El bombillo de sus recuerdos se encendió al rememorar el momento que oyó el rumor de que esas criaturas eran bendiciones para las plantas. Ahora que presenció la verdad, se rompió en llanto dándole gracias a la bestia, y al cabo de un rato empezó a cosechar sus cultivos milagrosos.
Días después, cuando vio al Lahierbus pasar de nuevo por la granja, le regaló una bolsa de semillas para agradecerle. Entonces, sin que él lo imaginara, llovió finalmente...

Desde ese día, el granjero pensó que la recompensa por ser perseverante aparece de maneras inesperadas.

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Espero les haya gustado. En el futuro pasaré este perfil a mi blog, por ahora solo es contenido de Steemit.

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Quiero que escribas sobre mi personaje favorito. :C

Ya llegará su momento, pero todavía no, tengo gente en cola. xD