Juan José Perozo era lo que se consideraba un líder natural de las comunidades de la serranía, de mente muy ágil, inteligencia natural asombrosa, con verbo locuaz y muy sociable, se contaban entre sus amistades personas muy influyentes de la vida política y militar del estado quienes le prodigaban gran estima. Cuando llegué al caserío de la Unión de Canuto lo conocí y en forma inmediata hicimos buena y sólida amistad, él vivía en la sierra en un lugar llamado El Gavilán y bajaba siempre a visitar a mi tía Josefa que para ese entonces era la enfermera del lugar pasando días allí.
Una vez me dijo -porqué no se va conmigo para mi casa a pasar varios días y con eso buscamos unos venados que se están metiendo al conuco comiéndose el maíz?- La idea me gustó y en la tarde ya estábamos en camino llegando bien entrada la noche diciéndome - mañana nos vamos oscurito para encontrarlos adentros y cazarlos - así hicimos llegando antes que amaneciera y me dijo -por aquí es por donde se meten a comer porque el alambre de púa está en el suelo vamos a esperarlos quietecitos - pasamos un buen rato y nada que llegaban los venados al cabo de un tiempo dijo - yo por aquí tengo una perola guardada con un martillo y grapas vamos a arreglar esos alambres - y así lo hicimos, luego dijo - aquí hay otro pedazo malo - y lo reparamos, más adelante pasó igual total estuvimos acomodando la cerca hasta las cinco de la tarde, cuando ya estábamos partiendo para la casa dijo en forma muy seria - conchale, no vimos los venados ni siquiera uno - a lo que le respondí en forma socarrona - noo vale si tu venado fui yo me pusiste a trabajar todo el día con el cuento de los venados - y nos pusimos a reír.
