Resultado electoral
El domingo 20 de mayo fueron celebradas las elecciones presidenciales, siendo reelecto Nicolás Maduro según el último boletín del CNE con 6.190.612 votos, con una participación electoral del 46,02% del registro electoral.
El triunfo de Maduro indudablemente significa la perpetuación de la tolda chavista en el poder por 6 años más pese a la actual situación económica social-política que se vive en el país. Significa además otra derrota para la oposición venezolana que en el último año a pesar de sus intentos no exitosos de sacar a Maduro del poder se ha evidenciado notoriamente el declive en la Mesa de la Unidad Democrática.
De igual manera, es necesario resaltar que esta sería la tercera elección consecutiva en la que el chavismo resultara victorioso, por tal motivo resulta inevitable preguntarnos ¿ A qué se debe que en medio de una crisis económica exorbitante y de un gran descontento social el sector oficialista luego de aquella pérdida en los comicios electorales de la Asamblea Nacional, resurgiera de tal manera capaz de ganar tres elecciones seguidas, así como cuando Chávez permanecía en el poder? la oposición siempre ha hablado de ventajismo y poderes secuestrados en manos del oficialismo pero esta última elección ¿quien ganó el CNE, Maduro o la Mud con su llamado a la abstención? ¿que reflejan los números obtenidos en la última contienda electoral?
Es innegable la crisis actual independientemente de la posición política debemos darnos cuenta del escenario en el que nos encontramos, es cierto que existe un descontento ante los actores de la política venezolana al igual que lo es que esa multitud de personas Chavistas que idolatraban al líder como una figura suprema e inalcanzable se ha visto afectada trayendo como consecuencia un descenso en los seguidores de Chávez, esto debido a la gestión de Maduro, sin embargo pareciera ser que esto no ha sido suficiente para que la oposición venezolana logre instaurarse en el poder, pues, sigue existiendo un grupo importante de seguidores de la revolución que no debe ser subestimado.
Por otra parte, si bien es cierto que la MUD logró arrasar en las elecciones parlamentaria en parte por la misma situación país que resultó ser favorable para la oposición electoralmente porque se llegó a hablar del voto castigo hacia el oficialismo, logrando alcanzar un alto porcentaje de votos que nunca antes habían obtenido, también es cierto que ese porcentaje votos disminuyó en las siguientes elecciones en parte por la misma actuación de la MUD que fue poco aceptada por sus seguidores logrando un descontento y decepción, evidenciándose además las distintas fallas e incongruencia dentro de la misma tolda opositora.
Cabe destacar, que dicha decepción y descontento trajo como consecuencia que aquello que se intentaba evitar a toda costa como lo es la perpetuación del oficialismo en el poder se vio materializado por errores en el proceso de toma de decisión, lo cual reflejó un costo político muy alto para la MUD, mientras que el oficialismo iba tomando fuerza nuevamente aprovechándose de las debilidades de su oponente convirtiéndolas para sí en sus oportunidades, y como consecuencia de ello la reelección de Maduro pese al llamado de abstención de la MUD que muchos consideran como el verdadero ganador, la realidad es que Maduro logró legalizarse y legitimarse en el poder, lo cual correspondió con el fin planteado por el oficialismo, es decir, una vez más se demostraron hábiles en el juego político.
Evidentemente este último resultado electoral mostró un descenso en relación a las elecciones presidenciales de 2013 no solo en el porcentaje de votante de Maduro sino también en la brecha de polarización, teniendo en cuenta además el gran porcentaje de personas que se abstuvieron, porcentaje que en elecciones pasada no era tan notorio.
Ahora bien no me atrevo a decir que ese porcentaje de abstención corresponde a los votos que pudo haber obtenido la MUD ya que no sería correcto porque existen otros factores en juego, otras variables que contribuyen a la abstención, lo que puedo sí puedo decir es que personalmente considero que la MUD debió participar en las elecciones si realmente sus ambiciones eran sacar por la vía democrática a Maduro, además que una vez más se pudo evidenciar sus incongruencias en sus palabras y acciones ya que siempre se ha dicho que no podemos esperar que otros resuelvan lo que nosotros mismo queremos resolver, pues, particularmente considero que la oposición no ha sabido mover bien sus cartas, lo cierto es que ha tenido oportunidades y no la ha sabido aprovechar correctamente, llamar a la abstención le salió caro porque Maduro sigue siendo el presidente y poco a poco la MUD ha ido perdiendo el apoyo popular, porque no han podido cumplir con las expectativas de un pueblo que ansía un verdadero cambio político y económico y por último muchos hasta dicen que escoger entre el oficialismo y la oposición resultaría similar, otros dicen que “más vale malo conocido que bueno por conocer” ¿ que habrá de cierto en ello? ps es una interrogante que en el marco de este análisis no es de importancia y el cual no pretendo responder.
