Base bíblica: **Génesis 3-10** Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Comenzaremos con una historia. La culpa es de la vaca La mayoría de las personas conoce o ha oído hablar de esta, famosa, anécdota.

Les resumo un poco: En este tiempo se promovía la exportación de cuero de Colombia a Estados Unidos, un investigador, no se dice el nombre del personaje; decidió investigar 2 mil almacenes en Colombia, de dicha investigación se llegó a la conclusión que el producto era demasiado caro y de muy mala calidad. Y comenzó la odisea y decisión de llegar al fondo de quien tenía la culpa de lo malo. Comenzando por los fabricantes, las curtidoras, mataderos, que les importaba mas la carne que el cuero; ganaderos, que no cuidaban las vacas de las garrapatas y lo herraban por todos lados dañando las pieles; y por ultimo, los ganaderos dijeron que las vacas se restregaban por las alambres de púas, dañándose ellas mismas su propia piel.

Así mismo pasó en el principio con los primero culpables. Adán, se escondió por miedo y culpa (*génesis 3:10*). Se sentía culpable de haber desobedecido un mandato de su Creador.

Nos damos cuenta que tenía miedo por la culpa, porque en el verso 11 del capítulo 3, Dios, que lo conoce todo, le hace 2 preguntas: 1- ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? 2- ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?

Imagínese por un momento este inicio del hombre, pero al contrario. Le explico: Cuando El Señor le preguntó al hombre, en *Génesis 3:11B* = ¿haz comido del árbol q te mandé q no comiences? El hombre fuera asumido su culpa diciendo: Si mi Señor, soy culpable, se q me dijiste q no, pero lo hice. Ruego me perdones por tu misericordia. ¿Qué cree usted que hubiese pasado? El Señor en su infinito amor, lo hubiese perdonado y limpiado de todo pecado.

Pero no sucedió así. Comenzaron a culpar a otros, lanzando la culpa, no asumiendo su responsabilidad, hasta llegar a quien no se pudo defender, y se quedó con esa culpa, la cual la ha hecho arrastrar desde ese entonces.

Eso fue algo automático, más o menos, como que, "yo no tuve la culpa, fue culpa de ella. Al mismo tiempo, Dios mismo le pregunta que la mujeres, ¿que es lo q haz hecho? La mujer al verse culpable, lanzó la culpa, como el hombre, para sacarse el lazo y la responsabilidad; la serpiente, fue la serpiente la que me engañó.

Andamos siempre buscando un culpable, incluso, si no lo son, lo q necesitamos es sacarnos del saco y seguir señalando culpables.

La serpiente, como la conocemos hoy día, carga con una culpa, algo que ni siquiera ella hizo. No pudo hacer otra cosa que aceptar las consecuencias, de lo que alguien más hizo y le lanzó la culpa. A diferencia de la serpiente, que no pudo pasar la culpa alguien más, tal como le pasó a la vaca de la historia que comentamos al principio, nosotros si podemos decidir si quedarnos con la culpa o no.

No debemos quedarnos con la culpa. Si esta en nosotros y somos culpable de algo, reconocemos y asumimos nuestra culpa, pedimos perdón, corregimos y avanzamos.
No digo que te absuelvas de la culpa, solo que no te dejes arrastrar por ella.

Conclusión
Es curioso que se buscan culpables es cuando las cosas salen mal, porque cuando todo sale perfecto no lucramos a los demás, sino que allí si damos la cara con la frente en alto.

La culpa es un arma que te mata lentamente sin que te des cuenta. Te ataca desde el interior. Es por ello que no debemos de estar culpando, ni buscando culpables siempre, sino que, así como Cristo nos perdona, así debemos hacer nosotros; no mirando las fallas de los demás sino exhortándonos a avanzar.

Imagínese, el enemigo siempre nos acusa de pecadores, y usted y yo lo somos.
No digamos: Es q soy un pecador y no soy digno de Cristo.
Sino que di: "Soy pecador, es verdad, pero la sangre de Cristo me limpia de todo pecado" Que la culpa no te arrastre lejos de Cristo.