LA ESPERANZA

La esperanza es la medida de probabilidad de que algo acontezca. Probablemente, muchos de nosotros estemos viviendo alguna situación indeseada bien sea en nuestra vida personal, en nuestra familia, y en muchos casos en nuestros países; es por eso que el tema de la esperanza es tan pertinente en este momento. Vivimos en un estado de neurosis colectiva, el cual es un tipo de trastorno de la conducta. Somos víctimas de un bombardeo constante que produce inseguridad, miedo y nervios. ¿Cómo hacemos para que esto no nos afecte?

Lo único que tenemos es esperanza!. . .

Pero esa esperanza necesita de algo que la sustente. ¿Qué sustenta la esperanza? Puede ser la familia, el cambio de gobierno, el apoyo, el alimento, y tantas otras cosas. Solemos depositar nuestra esperanza en estas cosas… Pero, debemos saber que hay esperanzas vivas y esperanzas muertas.

La esperanza se fundamenta en la confianza. ¿Cuál es el fundamento de nuestra esperanza? Sabemos que la esperanza se activa cuando se espera algo que aún no se tiene. Como seres humanos esperamos muchas cosas… En lo espiritual esperamos el más grande de los regalos, la vida eterna. Y fundamentamos esa espera, esa esperanza, en la Palabra de Dios. Para ello, nuestra vida debe calzar a la de Cristo.

Ahora, ¿qué puede entorpecer el camino del hombre hacia la vida eterna? EL PECADO. No hay forma humana de resolver el problema del pecado y la muerte (Romanos 3:10,11,23). El fundamento de la esperanza del pecado son las obras, y esas obras están muertas. Por eso, ¡cuidado en quien ponemos nuestra esperanza! (Jeremías 17:5 / 1 Timoteo 6:17)

¿EN QUIÉN O EN QUÉ PONEMOS NUESTRA ESPERANZA? ¿En la familia, en el país, en nuestra vida? Nuestra esperanza debe estar en Dios. Cristo es el único modelo digno donde poner nuestra esperanza. En este momento Venezuela está gimiendo (Proverbios 29:2). Pero nuestra confianza sólo debe estar depositada en Dios para que ésta sea plena y viva (Efesios 2:12-18).

Cristo es la única esperanza. Él es el fundamento de nuestra confianza, y es la roca que nos sostiene (Mateo 7:24). ¿Dónde ponemos nuestra esperanza? En el poder de Dios (Proverbios 3:5-6). La vida es lo más preciado que tenemos. Descansemos en Dios (Jeremías 17:7). Cristo pagó el precio por nuestro pecado. Cuando venga lo malo, estemos firmes porque nuestra vida está en Cristo (Isaías 1:10-20). Vamos a Cristo y descansemos en Él (Mateo 11:28).

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Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 | NVI

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Aquí les dejo un video de una canción de Marcos Vidal muy apropiada para el tema que he compartido...