El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino

Nuestros pensamientos son la base de todo, sin pensamientos no hay vida, no hay creatividad, imaginación, sin pensamientos, literalmente somos nada. Stephen Crane es uno de los escritores estadounidenses más influyentes del siglo XX, padre de la frase que uso como titulo el día de hoy, venia de una procedencia sencilla y una muerte prematura, dando pie a una temática interesante el día de hoy. No importa si vienes de una familia pudiente o de una familia que carece de recursos económicos, la realidad para todos es la misma, es decir, nacemos, crecemos, nos reproducimos y fallecemos, al final tu estableces tu destino y decides que harás con tu vida. Desde pequeños, siempre nos preguntan “¿Qué quieres ser cuando seas grande?” y nuestras respuestas usualmente son: Bombero, policía, astronauta, médicos, ingenieros, entre otros. Sin lugar a dudas nuestros pensamientos a muy temprana edad empiezan a fijar el camino que recorrerás, sin embargo, a medida que transitas tu camino, vas descubriendo tus habilidades que al final te llevaran a tu futura profesión.

En mi caso, desde pequeño siempre he sido una persona inquieta, de mente curiosa y de aprendizaje rápido, habido con las palabras y de fácil adaptación. Soy egresado de una licenciatura en Idiomas y un Técnico Superior Universitario en Turismo, sin embargo, el tiempo y las circunstancias de mi país me han llevado a derivar en otras fronteras, permanecer indocumentado por largo tiempo y laborar en múltiples empresas cumpliendo labores para las cuales nunca estudie, aun así, la sencillez con la cual debemos ver la vida y el enfoque que debemos darles a nuestros pensamientos son la clave para emprender un nuevo futuro. Nuestros pensamientos y nuestro destino están ligados, en pocas palabras son nuestras metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo, no importa cuales sean tus metas, los únicos requisitos para lograrlas son disciplina, constancia, creatividad e imaginación conjuntamente con el amor que le tengas a el proyecto que desees llevar a cabo.

Somos seres muy sencillos y complicados al mismo tiempo, la vida es una sola y es muy corta, Stephen Crane murió de tuberculosis a los 28 años, escribiendo múltiples obras y siendo un referente de la literatura del siglo XX, es decir, no importa cual sea tu realidad en este preciso momento, lo que importa es que creas en ti y que tus pensamientos vayan dirigidos a cumplir las metas que te hayas trazado. Todas nuestras realidades son distintas, nuestros lenguajes son distintos, nuestras vidas son distintas, pero al final nuestras metas deben ser la mismas, ser los mejores en lo que hacemos, indistintamente de lo que hagamos, siempre manteniendo nuestros pensamientos enfocados en nuestros destinos.