Lugares Mágicos / New York, Ciudad que no Duerme

Para comenzar a hablar de un lugar mágico, iniciemos desde el avión; estando en pleno vuelo, acordamos con nuestros hermanos ir a conocer el símbolo de la libertad, en la trasnochadora Nueva York; no sin antes extenderles nuestro cálido saludo e invitarlos a que virtualmente nos acompañen, bienvenidos sean vuestros comentarios, comencemos con una anécdota del tonto de las torres gemelas, aquel triste -11.09.2001–

Las torres gemelas sobre las 11a.m. lamentablemente ya estaban colapsadas; una angustiada mujer por fin escucha la voz de su esposo, que había tenido apagado su teléfono celular, por extrañas razones; quizás una cita con la amante de turno - ¿dónde estás cariño? – pregunta la mujer; contesta el esposo: -en la oficina, mi amor! (torre A, piso 36) La mujer grita furiosa:- ¡Atolondrado, escuche las noticias, las torres ya no existen!

Era luego de navidades que nuestros vagabundos zapatos, como dice la canción, pisaban la nieve en las calles neoyorkinas. Estuvimos en Staten Island, el sector más central de New York, el sitio menos poblado de la ciudad. Uno de los atractivos a no perder es el paseo en ferry, siendo una alternativa económica de ver el skyline de Manhattan; antes del año 1975 era llamada Richmond, nombre de la colonia holandesa.

La libertad iluminando el mundo, este símbolo americano ha sido y seguirá siendo la estatua de la libertad, donada por la nación francesa al pueblo americano en 1886. Representa más que libertad, testifica el fin de la emancipación y la opresión; esa fue la visión que tuvieron los inmigrantes al llegar a la isla, luego de meses de travesía por el atlántico.

El conocido escultor Frederic Auguste Bartholdi, quien en asocio al pensador político Edouard de Laboulaye, diseñaron la imagen conmemorativa en gratitud por la amistad con la nación americana. Constituyéndose en los padres de la estatua a la libertad de la raza humana; Francia siempre creyó que podía aprender de los triunfos de esta naciente y fuerte nación, para ejemplo de las naciones sedientas de equidad y justicia.

Hemos tomado el ferry, ese día no logramos ingresar a la estatua, estuvo restringido el acceso; desde el fatídico 11-09-2011; las autoridades se reservan el ingreso. Luego visitamos el -Liberty Science Center- a pocos minutos de New York; es el primer museo estatal desde 1993, que ofrece una exposición general de los avances científicos y tecnológicos, a la esfera original de Chuck Hoberman. Los rascacielos fueron mi gran asombro.

Para quienes buscan historia y explicaciones de la libertad personal y de cómo gran parte de los avances humanos a través de hombres y mujeres, están generando una calidad de vida a la humanidad, esta visita despeja y orienta la realidad que plasma la historia. Luego admiramos "la Campana de la Libertad” –Liberty Bell- está en Filadelfia, Pensilvania. Es otro de los grandes símbolos asociados a la guerra de independencia.

Su famoso toque mostraba hacia 1776, la gloriosa lectura del acta de independencia del yugo de los ingleses, holandeses y españoles; -Icono Internacional de Libertad- También su toque y retumbar por el eco, anunciaba el inicio de otra sesión al naciente congreso continental en 1774; después de las victorias en las batallas de Lexington y Concord en 1775; donde iban sellando paso a paso la libertad del ser humano humilde, no belicoso.

El viejo sueño de libertad sería asociado a la campana. Y sería adoptada como símbolo en 1837, por la sociedad americana anti-esclavitud, donde el sueño de las libertades personales tuvieron que esperar más de 30 años. Por eso invitamos a los viajeros, que hoy día gozan de libertad individual, que visiten este museo y conozcan muchísimo más de lo poco aquí relatado.