Seis rosas.
Por el sueño que se hizo realidad.
Por la más grande ternura,
Por tus ojos esperando mi despertar
Por el calor humano, las locuras
y por las cosas que llegaste a jurar.
Seis rosas más, llenas de dolor.
Por el más frío y cruel abandono.
Por el silencio más indiferente.
Por el olvido total, enorme y sordo.
Por el desinterés en el fruto de mi vientre.
Por ese gran amor convertido en odio
y por lo que le hiciste a mi corazón ardiente.
Doce rosas amarillas convertidas en polvo.
Atte.
un pez humano