Rodolfo

Roberto jamás tuvo un problema en la escuela, estudiaba lo que le decían que estudie, respondía cuando le indicaban que podía hacerlo y solo faltaba por casos severos de enfermedad. Roberto no fue abanderado ni el mejor promedio pero siempre fue aceptable.
Roberto asistía a misa todos los domingos a las 20:00.
Roberto ingreso a la secundaria, prefería cívica sobre filosofía y geografía sobre historia pero tampoco tuvo ningún problema, su sólida rutina y férrea responsabilidad lo llevaron cómodamente de primero a quinto.
Roberto trabajo en el correo, de mozo, taxista y eventualmente entro a una fábrica de inodoros y relacionados donde decide trabajar durante 30 años y jubilarse.
Roberto se casa con la mujer que menos pasión le despierta, esta es la que imagina más fiel. Roberto si la engaña, con una mujer que tampoco le inspira grandes pasiones, la engaña con la más próxima y posible... como si cumpliera algún mandato biológico y o ancestral. Roberto tiene hijos... los padece con austera desesperación y silente odio, los mantiene con desgano esperando el día que se vayan de su casa.
Roberto ignora cualquier opinión formada de su mujer pero conoce perfectamente como cocina.
Roberto mira televisión, lee diarios y está al tanto del campeonato de futbol, las carreras y el boxeo pero no tiene tiempo para sus hijos, estos son completos desconocidos.
Roberto brilla en el bar con los muchachos, sus ojos se iluminan y su ánimo se excita como en ningún otro lugar, exaltado repite la misma rutina de anécdotas y discusiones... es una especie de acuerdo no verbal y todos soportan escuchar anécdotas que ya escucharon para luego contar anécdotas que ya contaron. Vuelve borracho a veces coge con su mujer, a veces la golpea, a veces ambas.
El sistema funciono muy bien con Roberto, realmente no podemos culparlo, su capacidad de cuestionar la autoridad fue extirpada a temprana edad, Roberto conserva el dogma arcaico y ni siquiera es practicante, Roberto es moralista pero no puede ver comportamientos inmorales propios. Para Roberto son negros, putas, drogadictos y trolos quienes están mal, Roberto quiere que vuelvan los militares.
Roberto escucha la música de Palito Ortega aun hoy.
El único problema preocupante de Roberto es que no es un caso aislado y vota en cada elección.