Empiezo esta entrada sin tener la menor idea de que voy a decir, no he pensado un tema, no le he dado vueltas, anda de nada, solamente dejo que mis dedos fluyan sobre el teclado que he conectado al smartphone mientras estoy, sencillamente tirado en la cama, en mi cuarto.
Mi cuarto sencillo, con una cama, un armario, una cómoda que hace las veces de mesilla de noche, donde tengo el portátil, una silla donde dejo la ropa del día siguiente y el ventilador. Tras la cortina, una estufa, para los cuatro días del invierno y junto a ella, dos mochilas, la primera, del curso que hago y la segunda, con varios libros de un curso que hice y termine. Tirados en el suelo, tres pares de calcetines, rojos, naranjas y azules, oscuros.
Oscuridad de la que solo me salva en estos momentos la lámpara de la cómoda y cuando esta se apague, en un rato, solo me quedara la luz que se cuela por los tres dedos entre la persiana y el borde inferior de la ventana.
Un libro me acompaña, bueno varios. Sobre la cómoda un libro, que lleva varias semanas ahí. Me prometí leer cada noche unas paginas, cosa que termino cumpliendo durante poco tiempo y lo dejo, por otro tiempo. No por ser mala la lectura, es por el cansancio, todo el día leyendo información técnica y trabajando, termina por quitarte las ganas de leer más, aunque la lectura te guste mucho y el libro sea bueno.
Tengo más bien poco, ya que paso pocas horas en mi cuarto, la mayoría del tiempo la paso en mi ‘salita’, donde tengo el ordenador. El nombre procede de otra casa en la que residimos, muy grande, que tenia un salón pequeño anexo al salón principal, mas bien era como un cuarto de lectura y la empezamos a llamar ‘salita’ y así es como se denomina la habitación donde tengo el ordenador, mis libros, mi tele y muchos más tratos, sobre todo, tecnológicos.
La tecnología nos fascina y nos hace sencilla la vida, en ocasiones, en otras ocasiones es una complicación más que nos puede llevar al desastre o a la gloria, eso nunca se sabe. Solo hay que dejarse llevar, como quien escucha a Jerry Louis o Frank Sinatra, solo dejas que el ritmo te lleve y penetre en tu interior. Algo que pocos saben es mi afición al jazz, me encanta y sobre todo el saxofón, ese sonido tan particular, tan sensual, tan cálido que tiene el instrumento y que no te dan otros instrumentos. No hay ya artistas como Sinatra, con clase, con una voz que te recorre la espina dorsal, con un movimiento suave, pausado en el escenario, con cortos movimientos. Ahora todo es ver quien viste más cantoso o quien hace la letra más absurda, pero nadie le canta ya a New York, New York.
Soy metalero, me encanta el heavy metal y seguro que os rompe los esquemas este comentario, incluso os romperá más si digo que escucho algún que otro rapero. No me defino por un genero, porque te puedo salir por cualquier sitio, he tenido algún periodo de rancheras incluso. Al final, tenemos todos un estilo que nos define y cogemos grupos o artistas de otros estilos, que nos dicen algo. Sinceramente, yo me defino más por ser libre en tema musical y buscar más cosas, porque al final, la música es como un libro, debes probarla, leerla y si te gusta, sigues con la lectura y si no te gusta, buscas un nuevo grupo o artista.
Se poco de arte, lo reconozco. He estado en el Museo del Prado, cual idiota observando los cuadros y entendiendo más bien poco, añorando más conocimientos de mi época de estudiante sobre los mismos y es que no se nos educa en el arte, no se nos hace sentir interés por u buen lienzo, se nos enseña a analizar sintácticamente frases o hacer ecuaciones, pero no a ser creativos.
Mi cuarto sencillo, con una cama, un armario, una cómoda que hace las veces de mesilla de noche, donde tengo el portátil, una silla donde dejo la ropa del día siguiente y el ventilador. Tras la cortina, una estufa, para los cuatro días del invierno y junto a ella, dos mochilas, la primera, del curso que hago y la segunda, con varios libros de un curso que hice y termine. Tirados en el suelo, tres pares de calcetines, rojos, naranjas y azules, oscuros.
Oscuridad de la que solo me salva en estos momentos la lámpara de la cómoda y cuando esta se apague, en un rato, solo me quedara la luz que se cuela por los tres dedos entre la persiana y el borde inferior de la ventana.
Un libro me acompaña, bueno varios. Sobre la cómoda un libro, que lleva varias semanas ahí. Me prometí leer cada noche unas paginas, cosa que termino cumpliendo durante poco tiempo y lo dejo, por otro tiempo. No por ser mala la lectura, es por el cansancio, todo el día leyendo información técnica y trabajando, termina por quitarte las ganas de leer más, aunque la lectura te guste mucho y el libro sea bueno.
Tengo más bien poco, ya que paso pocas horas en mi cuarto, la mayoría del tiempo la paso en mi ‘salita’, donde tengo el ordenador. El nombre procede de otra casa en la que residimos, muy grande, que tenia un salón pequeño anexo al salón principal, mas bien era como un cuarto de lectura y la empezamos a llamar ‘salita’ y así es como se denomina la habitación donde tengo el ordenador, mis libros, mi tele y muchos más tratos, sobre todo, tecnológicos.
La tecnología nos fascina y nos hace sencilla la vida, en ocasiones, en otras ocasiones es una complicación más que nos puede llevar al desastre o a la gloria, eso nunca se sabe. Solo hay que dejarse llevar, como quien escucha a Jerry Louis o Frank Sinatra, solo dejas que el ritmo te lleve y penetre en tu interior. Algo que pocos saben es mi afición al jazz, me encanta y sobre todo el saxofón, ese sonido tan particular, tan sensual, tan cálido que tiene el instrumento y que no te dan otros instrumentos. No hay ya artistas como Sinatra, con clase, con una voz que te recorre la espina dorsal, con un movimiento suave, pausado en el escenario, con cortos movimientos. Ahora todo es ver quien viste más cantoso o quien hace la letra más absurda, pero nadie le canta ya a New York, New York.
Soy metalero, me encanta el heavy metal y seguro que os rompe los esquemas este comentario, incluso os romperá más si digo que escucho algún que otro rapero. No me defino por un genero, porque te puedo salir por cualquier sitio, he tenido algún periodo de rancheras incluso. Al final, tenemos todos un estilo que nos define y cogemos grupos o artistas de otros estilos, que nos dicen algo. Sinceramente, yo me defino más por ser libre en tema musical y buscar más cosas, porque al final, la música es como un libro, debes probarla, leerla y si te gusta, sigues con la lectura y si no te gusta, buscas un nuevo grupo o artista.
Se poco de arte, lo reconozco. He estado en el Museo del Prado, cual idiota observando los cuadros y entendiendo más bien poco, añorando más conocimientos de mi época de estudiante sobre los mismos y es que no se nos educa en el arte, no se nos hace sentir interés por u buen lienzo, se nos enseña a analizar sintácticamente frases o hacer ecuaciones, pero no a ser creativos.
Dark and light collide
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
¡Me gusto tu escrito!
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
This post received a 3.1% upvote from @randowhale thanks to @baurk! For more information, click here!
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit