La razón de estar contigo

"...en todas mis vidas perrunas, esto fue lo que aprendí, hay que divertirse, obviamente; cuando sea posible, hay que buscar a alguien que necesite ser salvado y salvarlo; hay que lamer a los seres queridos; no ponerle esa cara triste al pasado, ni lamentarse por lo que pudo ser, sólo hay que disfrutar el presente... Y esa es la razón de estar contigo".

Saludos, queridos lectores. Inicio hoy con la frase final de la película que le da nombre a este artículo, y sobre ella quiero hacer mi reflexión de hoy. Quiero antes comentarles que esta película esta basada en la novela de W. Bruce Cameron titulada: La razón de estar contigo, en la que se narran las múltiples vidas de un canino y su relación con los seres humanos. Fue llevada al cine por Lasse Hallström. No hablaré de forma crítica sobre esta historia, primero porque no soy crítico de cine, aunque tengo mi criterio personal para seleccionarlas, y segundo porque no es el objetivo de este artículo. Quizá bastaría con decir que esta historia me hizo reír y llorar y juraría que les sucedió lo mismo a todos en la sala de cine.

Hoy quiero, sin embargo, centrarme en la frase final de este film, porque creo que es una lección de vida para los seres humanos. Si me lo permiten, desglosaré brevemente cada apartado con unas palabras desde mi apreciación personal.

Bailey, el elocuente canino que protagoniza esta historia, la concluye compartiendo el aprendizaje al que llegó luego de sus múltiples vidas y lo expresa así:

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• “Hay que divertirse”: Lamentablemente hay personas que creen que hemos venido a este mundo a sufrir. Esta ha sido una desafortunada enseñanza de las grandes religiones y muchos crecieron creyendo que debían sufrir para expiar sus culpas, y que si sufrían aquí no pasarían por el purgatorio o algo así. Pero si partimos de la idea de que Dios es Padre (o Madre, como lo quieran ver) no puede estar feliz con el sufrimiento de sus hijos. Dios nos creó para ser felices. Sí: hay que divertirse, reír, disfrutar de las cosas buenas que nos ofrece la vida, como la familia, los amigos, los viajes, la comida, las mascotas, la profesión o un hobbie, una película, bailar, cantar, etc. ¿Qué te hace reír? ¿Cuántas veces al día ríes? Date un tiempo para divertirte haciendo aquello que te hace reír.

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• “Cuando sea posible, hay que buscar a alguien que necesite ser salvado y salvarlo”: En el primer aspecto nos centramos en nosotros mismos, ahora miramos un poco más allá, hacia las necesidades de los demás. Porque la vida es mucho mejor cuando es compartida, y no sólo porque lo necesitamos, sino porque también alguien necesita de nosotros. Siempre estamos mirando “nuestro ombligo” es decir, nuestras necesidades muy personales, pero sólo cuando miramos más allá de nuestras narices podremos ver que hay necesidades quizá incluso mayores que las nuestras. Y cuando nos abocamos al servicio lograremos experimentar una sensación “ÚNICA”. ¿Has experimentado dejar de lado tus necesidades y tender la mano a quien te necesita?¿Cómo es esa sensación?

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• “Hay que lamer a los seres queridos”: Esto sacado de contexto se puede entender muy mal, pero todos los que tenemos perros sabemos que esta es una hermosa expresión de afecto de nuestros amigos peludos. Este apartado me permite complementar el anterior en el que hablaba del servicio. No te hablo de ir al África como misionero (eso está bien, si es tu deseo) hablo de que mires a tu prójimo, es decir a los más “próximos”, tu familia. A veces nos conectamos mejor con los de fuera, y en esta era mucho más con el uso de las redes. Pero primero miremos en casa, ¿eres servicial en tu hogar? ¿conoces las necesidades de tus seres queridos?¿Cómo son nuestras expresiones de afecto en casa? A veces hay familias que no son tan expresivas en el afecto, y sólo se abrazan en año nuevo, pero son atentos y preocupados del bienestar de cada uno. Eso es expresar el amor en la familia.

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• “No ponerle esa cara triste al pasado, ni lamentarse por lo que pudo ser”: ¿Puedes cambiar el pasado? No. ¿Ganas algo con vivir lamentándote? No. ¿Sirve de algo la culpa? No. Como diría nuestro amigo Timón en El Rey León: “Hakuna Matata” o, como bien cantaría Bobby McFerrin : “ Don't Worry Be Happy”. Hay momentos tristes en nuestra vida. Hay situaciones que realmente lamentamos. Hay errores que pueden pesar mucho. Pero la vida es una. Luego del momento inicial, doloroso, de reconocer la tristeza en nuestra vida, es nuestra responsabilidad asumir las consecuencias de nuestros actos, reconocer la vida como es, dulce y amarga, y seguir adelante. ¿Es fácil? No lo es. Pero la vida es buena maestra y nos va dando las lecciones que necesitamos para aprender a vivir.

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• “Sólo hay que disfrutar el presente”: Es lo que tenemos. Este instante. Este minuto, este rato que le dedicas a leer estas líneas, o a escribir, o a trabajar, a ir al cine, amar a alguien, cuidar de alguien…. Es hoy lo único que con certeza tenemos. Y estamos vivos. Esto es realmente una bendición. Pueden faltarnos muchas cosas materiales, pero estamos en el presente: AQUÍ y AHORA. No lo desperdicies. Es un tesoro que han puesto en tus manos. Tu vida es un tesoro y una conquista. El primero, porque es un regalo, te fue dado sin tu pedirlo. Y lo segundo porque es tu responsabilidad hacerte cargo de tus días. Hazlo con sabiduría. Sé bueno. Haz el bien y sigue adelante.

Y esa es la razón de estar contigo.

Para mí ha sido un placer escribir estas líneas. Es mi reflexión personal, no para enseñarte o para ganar unos centavos. Es mi aprendizaje de vida, porque cada día me esfuerzo por ser un poquito mejor y con humildad lo comparto contigo.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a @MayVil y al grupo @Mayvileros por todo el apoyo que me han brindado en mis comienzos en esta comunidad.

Gracias por leer estas líneas. Hasta el próximo post y… por aquí seguimos