Nuestros atardeceres | Poema

Sé que el sol empezó a ponerse.

No ignoro que su caída es lenta, si uno lo desea;

pero yo amo su luz y cuando declina

creo verlo descender a velocidad de vértigo.

Sé que la luz más bella es la del crepúsculo,

cuando todo nace o todo muere.

Por eso amo estos atardeceres nuestros,

los más lentos y demorados de todos cuantos son posibles.

Amo este atardecer que se nos vino a las manos

como una lluvia mansa, como una lluvia.

¿Y tú? Puesto que también amas la luz,

¿te  solazas como yo en este declinar lento y luminoso,

te meces en su luz con ritmo de marea,

y sabes que aún está por llegar la luna llena

para llenar de serenidad la despedida?

"Me gusta,

porque ella no juega a ser orgullosa

sino a quererme completamente

sin medias intenciones,

sin medias,

sin falda

y sin tregua.

Y me gusta

porque soy suyo

y a la vez nunca fui tan mío".

-La Chica del Andén