Alfredo Sadel: El tenor más grande de latinoamerica.

Mi niñez transcurrió solitaria, solitaria pues era hijo único y mis padres estaban fuera de casa en el día por su trabajo y tan solo me cuidaba mi abuelita linda. Pero esa soledad era exquisita pues me permitía estar a solas conmigo y disfrutar de las cosas que me gustaban. Hay una de ellas que aún me gusta y es escuchar música. En casa había un viejo tocadiscos y uno de mis pasatiempos favoritos era escuchar un disco de un Sr llamado Alfredo Sadel. Día tras día colocaba el lado A y el lado B de ese disco que tanto me gustaba, y su atracción, simpatía o no sé qué cosa atraía a este niño de 6 años que todos los días escuchaba las mismas canciones de ese viejo Lp. Era la melodiosa voz de este cantante que a lo largo del tiempo llego a transformarse en mi corazón como un familiar muy allegado y querido.

Este es uno de los discos de los que he hecho mención que escuchaba cuando niño.

A lo largo de los años conocí que aquel Sr del viejo Lp llamado Alfredo Sadel se llamaba realmente Alfredo Sánchez Luna, caraqueño como yo, nacido en una familia muy pobre quien desde niño sobresalió en el canto gracias al coro del colegio salesiano ( institución educativa regida por la metodología educativa de la congregación católica salesiana). La primera vez que cantó en público lo hizo en la Catedral de Caracas donde interpreto el Ave María de Schubert aupado por los sacerdotes del colegio obteniendo grata aceptación del público congregado. Su nombre artístico fue Alfredo Sadel y el Sadel es una mezcla de dos apellidos, Alfredo era admirador del cantante de Tangos más grande del mundo como lo fue Carlos Gardel, así que fusiono su apellido Sánchez con el de Gardel obteniendo así “Sadel”, apellido que lo acompaño en su fama como un sello de indiscutible grandeza.

Y yo, que daba mis primeros pasos como melómano iba creciendo y a lo largo del tiempo iba conociendo cada vez más y más canciones de este gran cantante ya consagrado en mi corazón como mi ídolo, pero yo era adolescente, un adolescente que comenzaba a ver el mundo y dentro de ese despertar incursione cada vez más en quien era y es considerado humildemente por mi como uno de los mejores cantantes de todos los tiempos. Sadel es tenor; disculpen, era tenor y utilice el verbo ser en presente pues realmente no considero que se haya ido de este mundo. Alfredo incursiono en el canto sin siquiera haber estudiado la materia cantando canciones del folclore Venezolano, acá les dejo una muestra musical Venezolana con nuestro segundo himno patrio; Alma llanera, de la película producida en México llamada “Tu y la mentira” del año 1958.

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Tangos y pasodobles y el Bolero, ah el Bolero…, este género en particular lo catapulto a la fama ya que era incipiente y su voz de tenor y tesitura eran perfectas para la interpretación de una música que era la moda en aquel entonces lo cual lo llevo de inmediato al estrellato internacional, permitiéndole cantar en escenarios de toda Latinoamérica y hasta protagonizar películas en México y Hollywood. Él fue el primer ídolo popular Venezolano y realmente llegó a causar euforia y fanatismo tanto en Hombres que “intentaban” cantar como el así como en las mujeres en quienes despertaba un sentimiento realmente desbordado rasgándole la ropa, despeinándolo y hasta deseándolo sexualmente creando una atmosfera realmente mágica en su entorno. Como una pequeña muestra les coloco la canción “Te Quiero Dijiste” de la compositora Mexicana Maria Grever (1985-1951), canción grabada en Ecuador en el año 1957 con la orquesta de otro gigante músico Venezolano como era Aldemaro Romero y su orquesta, cabe acotar que Alfredo justo en esa sesión de grabación padecía de una afección en las cuerdas vocales llamada Pólipos que son una especie de inflamación en dicha zona, a continuación disfruten de la delicada interpretación de esta linda canción.

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Ya entrada la década de los 60 partió a Europa a estudiar canto lírico, formando la voz y trabajando muchísimos años en los principales teatros de Ópera en Europa. Acá les dejo una pequeña muestra, se trata de un aria de la Opera Rigoletto del compositor Italiano Giuseppe Verdi.

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Recuerdo el día mi cumpleaños, 28 de junio, era el año 1989, esa mañana me estaba alistando para ir a clases y en la radio escuche la triste noticia que anunciaba la muerte de mi ídolo Alfredo Sadel. Falleció esa madrugada tras una lucha cruel con el cáncer. Recuerdo que me senté en mi cama y un dolor profundo se apodero de mí. Era como si un familiar muy querido se hubiese muerto, sentí mucha tristeza. Los principales teatros de Ópera en Europa cerraron sus puertas con cintas negras una semana guardando luto por aquel gran Tenor que pleno las mejores y más famosas salas de conciertos en el viejo mundo. Ya han pasado bastantes años de aquel 28 de junio del 89 y aún no logro comprender como alguien puede cantar de esa manera, como alguien puede entregar la vida en una canción.

A continuación les dejo un link sumamente emotivo de su última aparición en público casi un mes de su fallecimiento, Alfredo, sentado en silla de ruedas, da unas palabras diciendo “Yo vine aquí por una sola razón, necesitaba verlos”.

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El tiempo pasa, la gente va y viene. Lo que está de moda hoy ya mañana no lo está (para algunos). Para mí, ya hombre adulto de 45 años, me resulta tal vez un poco triste que la calidad de la música y sus intérpretes haya desmejorado en los últimos tiempos con géneros nuevos que solo obedecen a los gustos ($) de las grandes disqueras y no a la verdadera esencia de lo que es y representa la música sobre todo nuestra música Latinoamericana, así como en innumerables oportunidades lo expuso Sadel quien se consideraba Venezolanista y Latinoamericanista nato.

Realmente es muchísimo lo que quisiera transmitirles sobre ese paisano mío que con su voz lleno a Venezuela y al viejo y nuevo continente de historia y pasión sonora, pero no deseo agobiarlos, más si deseo de una manera muy humilde compartir con Uds. esa magia que sé que mis palabras de pronto no han podido explicar al 100%. Disfruten Uds. de esta dedicatoria última dedicatoria, se deleitarán con nuestra música popular Venezolana interpretada por la mágica voz de Sadel, al piano el incomparable músico Venezolano Aldemaro Romero, interpretando ambos una canción escrita por otro paisano nuestro llamado Carlos José Maitin; la pieza se llama “No volveré a encontrarte” y vale la pena comentarles que el autor la escribió luego que una de sus hijas falleció y en honor a ese gran dolor que experimentaba escribió la canción.

Espero les llegue al alma, la letra, la interpretación vocal de Sadel y el maravilloso arreglo musical de Aldemaro al piano, disfruten.

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