No sé cómo comenzar esta historia, creo que “Había una vez” suena perfecto para una gran historia, aunque suene como escrita para niños de 8 años, pero bueno… comencemos así… Había una vez, un chico alto, alegre, bromista, tenía muchos amigos ya que no le costaba mucho sacar conversación, hablaba mucho, pero cada palabra que decía hacía reír, le gustaba ser educado, aunque era muy grosero y patán, aunque más que patán, era algo chocante, eso se le iba bien, pero la verdad es que era un muchacho muy carismático a pesar que no era muy bien parecido, este muchacho se llamaba Jafrem Miller, él vivía en Londres, la hermosa capital de Inglaterra, a pesar de que asistía a un gran colegio, sus padres eran unos humildes trabajadores, estaban en sus trabajos días y noches, para que su hijo Jafrem tuviera la mejor educación, ya que él era hijo único, bueno, dejémoslo a él por un momento…
Quiero hablarles sobre Amy Jones, una chica humilde, aunque su madre era de mucho dinero, Amy jamás le intereso los lujos, o por lo menos no en lo que llevaba viviendo, tenía quince años, ella era muy tímida, no tenía muchos amigos, le costaba socializar, solo tenía dos amigas, Caroline y Chantal, a pesar de que se la pasaban juntas, Amy no confiaba mucho en ellas, ya que hablaban muy mal de ellas por los pasillos del colegio, Amy asistía a un colegio que estaba conectada con una de las mejores universidades del Reino Unido, ella le gustaba mucho leer, era su pasatiempo favorito, y le gustaba de todo un poco, aunque su pasión era por las historias románticas, se la pasaba horas y horas en su laptop buscando historias y novelas, ya que todo eso, solo pasaba en las novelas, a pesar de su dinero, era una muchacha común, no vestía lujoso, no tenía el peinado a la moda, no tenía maquillaje caro ni mucho menos, era diferente a las demás, ella lo sabía, pero no le importaba, ella estaba bien así, ahora bien, volviendo a Jafrem Miller, él tenía diecisiete años, ya estaba a punto de graduarse, solo le faltaba un año, pero creo que me estoy adelantando mucho, la verdad, esta historia comenzó hace dos años, cuando Jafrem asistió a una reunión de hijos de trabajadores de un banco…
Era 14 de julio de 1936, los hijos de los trabajadores asistían a los mejores lugares de Londres durante varios días, ahí el conoció a mucha gente, pero solo dos muchachas fueron las que más le agrado de ese lugar y tuvo contacto con ellas después que acabo los viajes, Una se llamaba Megan y la otra era Chantal, si, una de las amigas de Amy, ellas dos, sintieron un cierto gusto por Jafrem, por su forma de ser, este también sintió atracción por una de ellas, Megan, era muy linda, y una muchacha muy simpática, pero al final, cuando intentaron tener algo, se dieron cuenta que no eran el uno para el otro, pero se querían como hermanos, o al menos así decían ellos, pero Chantal, no paraba de pensar en Jafrem, y así paso un año, Chantal siempre envidiando a la novia que tuvo ese año Jafrem, la señorita Sophie, y esta se la pasaba contándole a sus amigas, Amy y Caroline, ellas la escuchaban, Amy casi nunca le paraba, pero Caroline, sintió cierto interés en conocerlo, y así lo hizo, se lo presentaron, y sin darse cuenta, pff, le gusto el muchacho que le quitaba el sueño a su “Mejor amiga”, Caroline no sabía qué hacer, pero en secreto hablaba con él, y el cómo no le gustaba ser descortés con las muchachas que no eran odiosas, le hablo bonito, y Caroline se dio cuenta que todo lo que decía Chantal sobre Jafrem era mentira, ya que ella decía que era un grosero, un patán, un abusador, y muchas cosas más, pero ella sintió todo lo contrario, lo vio como un caballero, romántico, y muy lindo, y un día molesta, Caroline se lo dijo a Chantal, que ellos andaban hablando, y discutieron muy fuerte, tanto que se dejaron hablar, Caroline le contó a Jafrem todo lo que paso, y él le confeso que tenía novia, ya que se dio cuenta que Caroline, estaba malinterpretando las cosas, ella se sintió mal, pero lo entendió, no dijo nada, y seguía hablando con él…
Chantal, siempre lo buscaba, lo molestaba, solo hablaba de él, tanto cosas buenas, como cosas malas, siempre decía que era un patán, un mujeriego, pero que no se lo podía sacar de la mente, mientras Caroline solo pensaba en el como un caballero romántico por la relación de Jafrem con la señorita Sophie, eran muy lindos juntos, la pareja perfecta, pero como toda las relaciones de jóvenes… llego a su fin, pero para Jafrem el comienzo de algo mucho mejor…