En el pasado se le obligaba al niño ha aprender sea por las buenas o por las malas, sino, siempre estaba el correctivo llámese "Chancla" o "Palo", pero muchas veces eso no daba resultado porque no hallaba la raíz de los problemas, que resulta ser mucha más profunda de lo que los padres pensaban en aquel entonces. Quizas muchos eran catalogados como retrasados, mensos, bobos o cualquier sin fin de apodos y sobrenombres que lo que hacían era deformar al niño a nivel psicológico y emocional, pudiendo así, crear una persona antisocial o caer en algo aún peor.

Hoy en día, gracias a los avances que han habido en la ciencias, y sobre todo en la rama de la Psicología; podemos enfrentar con todos los hierros ésta gran dificultad que afrenta a nuestros niños.

Podemos describir algunas de ellas, y quizás encuentres alguna similitud con tu hijo.

• Discalculia: Es el trastorno que altera el aprendizaje de los principios del calculo; originado por un problema cerebral que dificulta el uso del sistema simbólico del niño. Trae consigo la dificultad de poder contar.
• Dispraxia: Es el trastorno a nivel nervioso y motor por falta de coordinación de movimiento como puede ir de la mano con trastornos verbales o cerebrales. Trae la dificultad para dibujar, atarse los cordones, etc.
• Dislexia: Es el trastorno de la capacidad de leer, haciendo que el niño omita, aglutine o cambie el orden de las letras, sílabas o palabras.
• Disfasia: Es el trastorno del lenguaje oral y consiste en la falta de coordinación de las palabras, y se manifiesta por la dificultad del habla, producida a causa de una lesión cerebral.
• Disortografía: Es el trastorno de la aplicación de las normas ortográficas a la escritura, puede que esté asociada a la dislexia y a la dispraxia.
• Disgrafia: Es el trastorno de la capacidad o dificultad de escribir, puede que esté asociada a la disortografía.