Cuenta una vieja historia japonesa que las personas predestinadas están conectadas por un hilo rojo amarrado al dedo meñique, creo que tuve mucha suerte de conseguir mi destino a la vuelta de la esquina, el destino es algo que no esta muy claro para nosotros, no sabemos si el destino se convierte en pura coincidencia o que en realidad estamos destinados para algo o para alguien hace unos 90 años o mas nace en Alemania una pequeña llamada Ruth, su padre era judío y su madre era descendiente de militares alemanes, al comenzar la guerra esta pequeña tuvo que huir con su familia en un barco con destino a argentina o eso es lo que ellos creían, cuando llegaron a una playa con personas de color de piel diferente y con un idioma que nunca habían escuchado, con un cartel que decía bienvenidos a Colombia, el barco había cambiado su rumbo dejando a los alemanes abandonados a su suerte en un país desconocido.

Pronto la familia de Ruth se adaptó a ese lugar, aprendieron su idioma y comenzaron a vivir como un colombiano mas, haciendo de esa tierra parte de su salvación.

Mientras tanto un joven colombiano de nombre Mario crecía al igual que ella unos kilómetros mas lejos en Bogotá.

Cuando Ruth se convirtió en una mujer de 19 años tuvo que mudarse a Bogotá por cuestiones de estudio.

Un día Ruth fue invitada por unos amigos a un café, donde también se bailaba y se pasaba bien.

Por otro lado el joven Mario de unos 21 años de edad no quería salir de su casa, pero sus amigos lo obligaron a salir, una vez que Mario llego a la fiesta, se fijó en el cabello color de oro de una chica hermosa y alta.

La chica lo miró con frialdad y no quería nada con Mario, pero Mario insistía en bailar con ella, Ruth aceptó solo un baile con el ya que ella no estaba interesada.

Mario fue flechado y se dedicó a buscar a Ruth hasta enamorarla, 6 meses después se amaban tanto que decidieron casarse.

De ese hermoso matrimonio nacieron 3 hermosas niñas: Martha, Luzmila y Selma

Martha era la mayor, una niña rebelde y un poco desordenada, le gustaba estar fuera de su casa y escuchar música, siempre fue la mas relajada de todas, cuando Martha era adolescente se enamoro de un chico hermoso alto y también de origen alemán llamado jorge.

Jorge era un chico mas recatado, muy bien educado a quien le gustaba enviarle cartas de amor a su amada Martha.

Por cuestiones de trabajo Mario y Ruth tenían que mudarse a Venezuela y Martha tenia que ir con ellos.

Martha estaba tan desesperada, no quería separarse de jorge, así que pensó en que la única manera de quedarse era casándose con jorge y fue así, rápidamente en una ceremonia improvisada, ambos unieron sus vidas para siempre.

Unos años después jorge y Martha comenzaron a comprar un apartamento para poder vivir juntos y formar un hogar, ya que dentro de sus entrañas se formaba un milagro, después de tantos intentos, Martha estaba esperando a su primer bebe.

El embarazo surgió muy bien, todos estaban felices por la llegada de el pequeño y ya se acercaba la fecha de su nacimiento, seria un diciembre inolvidable.

15 días antes del nacimiento del pequeño, Martha fue a una de sus revisiones con el doctor, mientras su esposo jorge trabajaba, era un viernes y normalmente jorge se quedaba en la oficina tomando....

Mientras tanto Martha se encontraba en la casa esperando su llegada, en ese tiempo las comunicaciones no existían, así que era muy difícil saber donde estaban las personas.

Al día siguiente Martha no sabia nada de jorge y llamo a sus familiares que tampoco sabían nada de el.

Hasta que recibió la peor llamada que una esposa embarazada puede recibir...Jorge había tenido un accidente y había fallecido....

Martha estaba devastada, ahora tenia que traer al mundo a un bebe sola y sin imaginarse todas las cosas que vendrían después, pues el papeleo de una persona fallecida es muy largo y tedioso.

Fue un 14 de diciembre cuando el pequeño Jorge nació en la ciudad de Bogotá, su abuelo Mario llego al rescate pues este momento fue muy doloroso para Martha.

Poco tiempo después Martha decidió mudarse a Venezuela junto a sus padres, ya no quería saber nada de ese amargo momento, ahora todo seria diferente pues un hermoso niño crecía bajo su amor y cuidado.

Aquel niño fue creciendo hasta convertirse en un hombre alto y guapo amante de la música y el café, muy educado y también un poco desordenado.

Un día aquel guapo joven decidió ir a un café, donde trabajaba una chica con una apariencia un poco diferente a todas las chicas, con una sonrisa brillante y con una gorra de hombre como uniforme de trabajo, aquella chica era la barista quien quedo flechada con los encantos de aquel chico alto y rubio.

Aquella chica era bastante atrevida así que tomo una hoja y escribió su numero, se lo envió al chico a ver si tenia suerte.

Al día siguiente ella recibió un mensaje de aquel hermoso chico, donde la invitaba a tomar un te o un café, ella inmediatamente dijo que si y fue a ver al chico....

Ya han pasado 2 años y nunca se han separado....Porque lo se?

Porque esa chica soy yo....