El nuevo mundo de las criptomonedas es sin lugar a duda interesante, al ser todo un nuevo esquema que de alguna forma cambia la concepción del dinero y el valor en general. Desafía a las supuestas monedas “respaldadas” de antaño y a todo el sistema financiero tradicional, que por cierto se encuentra en la encrucijada de posicionarse entre dos polos, uno de aceptación e implementación de este nuevo fenómeno económico-social, o el del rechazo y escepticismo de una posible “burbuja”. A fin de cuentas, los hechos son de que no dejan indiferente a nadie las criptomonedas, especialmente a Venezuela en este preciso momento, el punto a tratar en este pequeño post.

Venezuela al estar sumida en una crisis en constante ascenso, y ya normalizada de cierta manera, ve con un gran atractivo esta nueva tendencia a las criptomonedas, al verse como una medida de escape de la constante inflación de la moneda nacional. La inversión en criptomonedas, aun y con su volatilidad. Resulta altamente atractivo frente a cualquier otro tipo de inversión dentro del país, eso dado que el descenso del valor del bolívar frente al dólar se mantiene en una perpetua espiral descendente. Hasta el propio gobierno nacional apuesta a las criptomonedas para su propio lucro particular, como se ha visto de alcaldes y demás personalidades del partido oficialista con granjas de minería, aun y cuando por otro lado se confisquen dichas maquinas junto con una pena para sus dueños originales por ilícito cambiario, saboteo energético, y demás crímenes inventados por ellos. Se ha llegado a anunciar el famoso Petro, una supuesta criptomoneda del gobierno para superar el otro supuesto bloqueo financiero de los estados unidos, aunque de acuerdo con los anuncios oficiales dicha moneda solo podrá ser minada por el gobierno, y solo será distribuida por medio de subastas en los mecanismos regulares nacionales, cosa que me hace pensar menos en una criptomoneda y mas un tipo de cesta ticket (un equivalente del dinero nacional solamente destinado para alimentos) manejado por el gobierno.

Ahora, en Venezuela existe la gran ventaja de tener un costo eléctrico prácticamente nulo por lo económico del mismo, siendo extremadamente atractivo la minería de criptomonedas. El ingreso potencial de una sola máquina de minería sería suficiente para tener una vida relativamente buena en el país, esto debido a la gran distorsión de precios en todas las áreas de consumo. Un país donde si se gana en Bolívares (moneda nacional) el sueldo mínimo, es el equivalente actual de ganar cerca de 3 dólares al mes, algo completamente inviable para todos; por el otro lado si obtengo un ingreso en dólares constante, dígase una maquina que genere un estimado de 10 dólares diarios (variando de que maquina se hable) ya hablamos de ganar mas de tres sueldos mínimos mensuales en un solo día por hacer absolutamente nada, obviamente resulta atractivo eso, pero viene el problema de conseguir dicha máquina, pues resulta complicado hacerse con una al estar en muy alta demanda, y hay opciones que no bajan de los 5000 dólares, cantidad con la cual muchos no podemos ni soñar dadas las circunstancias actuales. Otro problema viene siendo el riesgo de traerlas al país donde pueden ser confiscadas por el gobierno, y arriesgarse uno a la cárcel (cosa peor que la muerte para cualquier persona sin tendencias criminales en este país). Entonces quedamos en solo un sueño para la mayoría de los venezolanos; solo algunos adinerados con contactos, y los propios miembros del gobierno corrompido por la miseria puede darse el lujo de ostentar dichas fortunas, el colmo de la miseria si me preguntan.

No deja de ser atractivo el futuro de las criptomonedas y todo lo que ello conlleva. Los contratos inteligentes, y demás tecnologías derivadas de estos nuevos tiempos pueden revolucionar cada aspecto de nuestro mundo, y un día podríamos despertar en un lugar completamente distinto que ayer. El futuro parece apuntar hacia la blockchain, quisiera que Venezuela fuera un pionero de ese futuro sin duda, pero dudo que pueda actualmente; quizás un pequeño germen de innovación pueda brotar de nuestra crisis actual y formar un futuro en esa dirección, pero hay que esperar para ver si eso acaba así. Mientras eso pasa aun siguen los avances de las monedas digitales en el resto del mundo, agitando las bases de la economía mundial, quebrando esquemas y mitos de como funciona el mundo, sin duda son tiempos interesantes, y solo se a revelado una decima de lo que esta por venir.