Espero se encuentren bien amigos steemeans, no sé si esta historia parezca de cuentos de hadas, pero lo que les puedo asegurar es que fue parte de un recuerdo de una vida pasada. -Trate de recrearla y desarrollarla profundamente, añadiendo nombres y situaciones que dan más entendimiento a mi historia de vida pasada. Desde pequeño soñaba una y otra vez la misma historia, en ocasiones llegaban fragmentos que esclarecían mi pasado de otra vida, me perdía en pensamientos y divagaciones espontaneas, que me mostraban los recuerdos del ayer.

Todo comenzó en hermosos días de primavera, las flores renacían y se mostraban a su máximo dar; en un castillo de Grecia existía un reino muy prospero, en el un rey y una reina, ambos justos y bondadosos, Los llamaremos: Agatha y Eros; siempre ayudaban a su pueblo, llevaban un gran corazón lleno de las más bellas intenciones.

Agatha vivía con su hermana llamada Adara, quien sentía una profunda envidia hacia ella, y aunque era un poco inexplicable por el hecho de ser hermanas, así sucedía. Adara siempre fracaso en sus matrimonios, los pretendientes de su hermana eran de su gran interés, su personalidad era débil, fingía ser la victima y en sus peores casos, ser de buena intención -Aunque transmitiera la contrario-

Meses más tarde, Agatha concibe dentro de su vientre a la pequeña Claret, pero, como siempre volvía a pasar, Adara también decidió traer un hijo a la luz, era niña, quien se llamaría Ava...

Adara no había logrado encontrar amor, mucho menos una relación estable, razón que había sido considerada ilegitima y vergonzosa por la alta realeza, por ello, Adara invadida de temor había decidido contarlo a su hermana Agatha, ocultando su embarazo y pidiéndole que adoptara a su hija.

Agatha por el bien de su hermana acepto, tanto como el rey. Al nacer las niñas, Adara inconforme trataba a la princesa Claret de la peor manera, en cambio a su hija siempre la trataba con sobre estima; creando desunión y conflictos entre las dos. Ava se fue llenando de ira y a su misma vez de envidia hacia Claret, por el mal ejemplo que su madre había dejado a su hija, a todas estas, Claret era la princesa de luz y no había nada que la hiciera recaer en las bajas energías.

Al cumplir 13 años Claret, su tía Adara se encontraba agonizante, por una extraña enfermedad del cual se desconocía, y tampoco se hallaba su cura; en esos momentos de agonía Adara llamo a Ava y le dijo:

-Ava, en mis últimos días de vida, he decidido confesarte la verdad, tu eres la verdadera hija del rey, Claret no es tu hermana, es tu prima, es hora de que sepas que me sacrifique cediéndole mi trono a tu tía Agatha, por que ella me traiciono quitándome a tu padre, siempre me tuvo envidia, así que tome la decisión en ese entonces de dejar el camino libre para que no te apartara de tu padre. Ava es hora de vengar a tu madre, Claret le teme a las aguas profundas del lago, allí esta la bestia que devora almas, ve y has lo que debas hacer.

Ava, navegando en las dudas y en el odio al saber la manipulada y supuesta "verdad", el cual siempre creyó que se le había ocultado, respondió a su madre, -Estoy lista para hacer lo que me digas-

Horas después llego la noticia al castillo, pues Adara ya había fallecido, y aunque todos se sintieron mal al recibir la noticia, su hija había quedado pensativa luego de su ultima conversación con su madre, sentía la necesidad de cumplir con aquella promesa.

Pasaron los dìas y Ava demostraba un enorme rencor a la reina Agatha, quien era su tía, inicio creando discordia entre la reina y el rey, así que genero roturas en varios aspectos de sus vidas.

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9 años después

Claret cumplía 22 años, ella sentia algo de tristeza en su corazón por que a pesar de su belleza y sus bonitos sentimientos aún no llegaba el amor a su vida, pues pensaba que su destino era la soledad; Ava siempre estuvo atrás de todos sus encantos, los deseaba, los añoraba y era tanta su envidia hacia ella que apartaba a todo aquel que volteara a verla, entre mentiras y difamaciones, dejando una mala imagen de la princesa Claret; sin embargo ese día de su cumpleaños, Claret nunca imagino que el destino le tuviera una sorpresa que estaría por cambiar su vida.

Saliendo de las afueras del castillo, tropezo con un joven muy simpatico, blanco, delgado, de ojos oscuros, profundos y mirada un tanto cautivadora, se creo un impacto en aquellas dos miradas encontradas que por unos minutos lograron detenidamente atraparse, como si sus almas se hubiesen conectado. Muy apenados se pidieron disculpas y él se presento.

-Déjeme presentarme realeza, soy el principie Geodin, es un gusto conocerla-

Ella muy sorprendida por no esperarselo sonrió y con una mirada de delicadeza, lo miro detenidamente a sus ojos y decidió presentarse.

-El gusto es mio príncipe Geodin, soy la princesa Claret-

Continuará