Hablándole al corazón

No fue difícil predecir el destino que olía a desamor por todas partes, asi comenzó el relato que se convirtió en un pequeño regaño al corazón ¿Por qué carajs engañan? Por llenar vacíos que nadie puede llenar es mi teoría más básica, si lo tienen todo ¿Por qué miran hacia atrás? Muchas dudas vienen, otras van junto a respuestas que en repetidas ocasiones hemos descifrado, pero una y otra vez volvemos a caer, siendo presas del engaño.

Al corazón no se le puede decir no, ese loco hace lo que le da la gana; le tapas los ojos para que no vea, cierras su boca para que no hable y el muy sinvergüenza se sale con la suya para echarnos a perder el rato. Ese órgano indiscreto que carece de sosiego alguno, hace de nuestra vida un sube y baja, nos hace saltar de alegría y al día siguiente nos lanza de tristeza en la cama. Frenar sus ideas no podemos, es tan descarado que se goza en su autonomía y se burla de nuestros actos cuando estamos enamorados.

Su hobbie favorito es enamorarnos del individuo menos indicado u indicada, lo acusó de tantas injusticias porque lo he soslayado, con certeza puedo decir que es el culpable de las lágrimas de muchos amantes, porque el no tiene coherencia a la hora de decidir por nosotros. No piensa en que algunos odian los calcetines de rayas, pero él se empeña en entregar su amor aquel que tiene los tan odiados calcetines de rayas. ¿Por qué ese? Porque no podía ser el que conocíamos desde niños, el que nos conoce de arriba hasta abajo, pero no ese no, el corazón quiere que ese sea nuestro amigo, y sin hacer mucho esfuerzo lo envía a la friendzone. Ni siquiera el más prudente, o el más educado tiene que ser el musculoso cara de niño que rompe corazones y no tiene alma.

La razón siempre va detrás de él recordándole, lo que debe hacer para que después no salga todo golpeado en las contiendas, pero al corazón no le importa nada, ¡Qué dolor de cabeza me causa! Este gran órgano sabe que es vital para nosotros, por eso no le importan las consecuencias. Pero claro como el no es el que pone cara de tonto cuando esta frente a la persona que se ama. Si el supiera que su diversión es nuestro puñal, no metería tanto la pata; lanzándonos al precipicio cada vez que le place, como si fuera tan maravilloso para la razón vivir una vida tan atareada por su culpa.

¡Hay corazoncito! No seas tan facilito, no la vuelvas a regar, ¡calmate po favo! Tu como que no tienes memoria, bueno en realidad no tienes, solo eres un órgano que tiene el don de hacernos feliz a ratos o para siempre, porque de vez en cuando aciertas no puedo negarlo. ¡Pero chico quédate quieto! Evítame las morideras y a los otros las peas.