“La belleza exterior no importa”, pienso que es algo totalmente falso, tanto la belleza interior como la exterior son igual de importantes, esto va más allá del físico, sin referirme al estoy flaca o gorda, soy feo o bonito, ojos verdes, azules o cafés, si no a la belleza exterior esa que proviene de tu alma y reflejas en tu mirada, eso que transmites o te transmiten y no sabemos explicar. Siempre estarás para admirar la belleza de alguien y alguien para admirar la tuya.

Los ojos son como un espejo, nos devuelven a cada uno el reflejo de nuestro rostro, y muchas veces podemos confundir lo que vemos en la mirada de otra persona ya que nos estamos reflejando nosotros mismos en ella. Con una mirada podemos revelar grandes cosas, nuestra mayor alegría, tristezas y hasta los secretos más profundos, podemos mostrar realmente como estamos, como nos sentimos y que queremos en realidad, en ella reside nuestro poder más grande de convencimiento.

Existen muchísimos medios de comunicación pero ninguno como la mirada, ¿Qué hay de una mirada tierna, enamorada? Para mí es una de las más hermosas, O una picara y seductora seguramente hemos recibido mucho este tipos de miradas. No hay nada más bello que la mirada de un niño que refleja nobleza e inocencia o las miradas que a su paso irradian felicidad, están también las miradas tristes, confundidas incluso las que muestran odio, rabia y maldad, miradas perdidas al horizonte quizás imaginando cosas, buscando respuestas o soñando muy lejos.