"Su madre dijo a los que servían: haced todo lo que os dijere"
Juan 2:5
Sí se detienen a examinar esta frase podrán notar que María se percata de la delicada situación, algunos consideran que esto fue así porque ella estaba vinculada a la familia de los novios y participando en el servicio durante la celebración.
El caso es que nota la escasez de vino, y sabe que para la familia, si esto se conocía, sería una vergüenza.
Pero observen que no va a conservarlo con los novios, tampoco con algún familiar adinerado, sino que se dirige directo al maestro, Jesús.
Y lo interesante es que María realmente no pide nada, simplemente le informa de la situación y el señor responde como diciendo: Esto no nos compete a nosotros, aún no ha llegado el momento de darme a conocer.
Ahora bien, las letras dicen esto, pero el tono de voz que usó Jesús debió decir algo más porque María fue luego a los sirvientes para ponerlos a disposición del Señor.
Si me lo preguntan, creo que María dio un paso de fe.
María confió en Jesús. Quizás no sabía exactamente cómo Jesús iba a resolver el problema, pero sabía que Él era capaz de hacer algo.
Y se movió en fe al confiar en el Señor y someterse a él.
Un antiguo himno cita: "En tus afanes y en tu dolor, Dios cuidará de ti"
Lo mejor ante cualquier situación adversa que la vida presenta, es confiar y depender totalmente de Cristo, ya que si alguien puede hacer algo para cambiar el color y sabor de las circunstancias, es él.