Si tenemos un pensamiento "de izquierdas", es decir moderno o progresista, entonces lo más probable esque en primera instancia creamos que la tolerancia es algo positivo, deseable para mí y para todos. Bien, la cuestión más importante aquí es que automáticamente y sin darnos cuenta le otorgamos un valor absoluto a la tolerancia. Entonces, existe una creencia en nuestro inconsciente que nos dice que "la tolerancia es buena". Consecuentemente, si no indagamos mucho vamos a creer que "la tolerancia es buena delante de CUALQUIER SITUACION".
Puesto que como Psicólogo me gusta poner énfasis en el individuo particular, os voy a explicar unas situaciones cotidianas en las que la tolerancia podría no ayudarnos para hacer frente a los conflictos que nos aparecen a todos en algún momento u otro.
Eres conductor de autobús, y una persona te pide por favor, que no tiene dinero encima, pero que necesita urgentemente ir a ver a un amigo que ha tenido un accidente. Qué harías?
Tu hijo te pide más chocolate. Ya se ha comido 3 trozos hoy y tú le dijiste que es su límite diario. Pero no deja de llorar por ello... Si le das otro trocito dejará de llorar.
Ves a alguien maltratar a su pareja en la calle. Hay gente alrrededor que mira y nadie dice nada. ¿Harías algo para detener esa actitud?
Tu jefe te grita y te habla mal. Le toleras esa actitud porqué es tu jefe?
Etc, etc, etc...
Idealmente, ser tolerante o no, o serlo más o menos, debería ser una decisión consciente y no una respuesta automática derivado de creencias anteriores.
Claro está que también existe el otro lado del péndulo. En esta dualidad tolerancia-imposición de límites podemos creer que "la tolerancia es mala". Yo creo que la mayoría de dictadores, por ejemplo, deberían creer eso, ¿no?...
Definitivamente la tolerancia NO es un valor absoluto y tiene que ser aplicada en función de nuestros valores. Por eso he encabezado este post con una frase que nos puede acompañar en el camino; "en el término medio está la virtud". Seguro que eres capaz de aplicarla en muchos más aspectos de la vida.
Un saludo,
Daniel.