El Gobierno venezolano pretende implementar una Criptomoneda como medio de intercambio económico interno y externo, pero, más allá de las intenciones, hay que preguntarse si esta acción, no es más que una charada que busca solapar endeudamiento y apoderamiento de las reservas petroleras de la Nación.
El PETRO como Criptomoneda, no cumple con un principio básico identificador: Autonomía e independencia Gubernamental, en otras palabras, las Criptomonedas, no están sujetas a las normas financieras de Bancos Centrales y País alguno. Como es la pretensión del Gobierno venezolano con las emisión del PETRO.
El PETRO nació, cubierto de un manto de ilegalidad. Como signo monetario, su uso está prohibido. Considerando, que la moneda única en Venezuela y en curso legal, es el Bolívar Fuerte. Por otro lado, su uso como herramienta de endeudamiento, estará desprotegido legalmente, pues, corresponde a la «Asamblea Nacional», aprobar cualquier forma de endeudamiento a pesar, que la ilegal «Asamblea Nacional Constituyente» y el ilegitimo «Tribunal Supremo de Justicia», han usurpado dichas funciones.
La comunidad internacional conoce perfectamente la situación política del País. Un Gobierno de corte dictatorial que busca perpetuarse en el poder, a pesar del rechazo de la población hambrienta y desprotegida sanitaria y socialmente sometida al hampa, uniformada o no. Igualmente es conocido la precaria situación económica del País y el estado de «Insolvencia» en que se encuentra la Nación, a pesar, de haber transitado durante más de 12 años, por la mayor bonanza petrolera de la historia. El despilfarro, la corrupción y la compra de apoyo a un proyecto político decadente, acabaron con las riquezas de Venezuela.
¿Qué respalda al PETRO?
“El PETRO (PTR) estará respaldado por la República Bolivariana de Venezuela y la riqueza de sus grandes reservas de petróleo crudo”. Fuente: www.elpetro.org.ve.
Claramente el enunciado anterior, demuestra el carácter fraudulento de la Criptofraude y su ilegalidad. La normativa constitucional, impide comprometer las riquezas de la Nación, en el corto, mediano o largo plazo. La recurrencia, con que el Gobierno ha comprometido los recursos de Venezuela, no hacen de esta práctica algo legal. Basta recordar el caso de las ventas a futuro de petróleo a China, con la finalidad de obtener liquidez.
Otro aspecto a destacar refiere al sujeto de respaldo: “reservas de petróleo crudo”. En ese sentido, el termino reserva es indicativo de petróleo «no extraído». Teóricamente, su valor será estimado «…tomando como referencia el precio del barril de la cesta venezolana del día anterior con un descuento…» Fuente: www.elpetro.org.ve. El petróleo es un bien con dos características básicas desde un punto de vista comercial: a) El precio es un variable sobre la cual Venezuela, no tiene mayor injerencia, además, la producción viene en franco detrimento. b) El Precio del petróleo, no está en concordancia con los Costos de Producción. El negocio petrolero, se orienta a la refinación y no a la extracción. Ahora bien, ¿Cuánta garantía representa, un Activo en el sub-suelo?
En cuanto a las operaciones en el exterior en PETRO, esta están atadas a las disposiciones gubernamentales, en este sentido tenemos: «Si deseara cambiar sus PTRs por otro tipo de criptoactivo o moneda fiduciaria, sólo debe acceder a alguno de los sitios de intercambio electrónico autorizados por la República (para operaciones Bs/PTR) o cualquiera de las casas de intercambio internacional que acepten PETRO». Fuente: www.elpetro.org.ve.
Del párrafo anterior destaca el carácter dependiente de la Criptofraude, ya que, solo será posible el cambio a otra Criptomoneda o Moneda Fiduciaria en los sitios de intercambio electrónico autorizados por el Gobierno. Por otro lado, existe una limitante estructural ¿Quién aceptará el PETRO, con las características económicas e índices de solvencias de la Nación?
Es lamentable que se pretenda enlodar este pujante modelo de intercambio financiero que representan las Criptomonedas. El PETRO, como está diseñado e implementado, solo servirá para terminar de desfalcar a Venezuela: un Gobierno que no entrega cuentas de los Fondos Públicos, seguramente inventará compradores de PETROS y transformará dichas compras en deudas para la Nación y en algunos casos, dependiendo del nivel de poder del supuesto comprador, el Gobierno cancelará en divisas. También se puede presentar el caso, en el cual los corruptos, pretendan apoderarse de las riquezas de subsuelo venezolano en forma ilegítima, ya que, al no tener identificados a los tenedores de PETROS, estos corruptos se adueñarían de las riquezas petroleras y prontamente de las auríferas.
La mesa está servida: el PETRO es la última hazaña diseñada para el desfalco de Venezuela.
Saludos,
David Ortega