Bienvenida a Chile: Sensaciones y alegrías.

Estoy feliz, eso es lo primero. El autobús y luego el avión fueron golpeados por el viento, haciendo las 4 horas de Zaragoza a Madrid y luego las casi 14 de España a Chile; pasaran de normalmente “Molesta” a directamente “Prueba divina”.

Pero llegamos bien. Por suerte la casa de mis padres sigue siendo la misma, aunque el barrio ha cambiado: las ramitas que antaño se plantaron ahora son árboles, los jardines son coloridos, hay más almacenes. Es que se colocó cerca una nueva Estación de Metro, que sin venir a cuento tengo que decir pasa directamente por mi antigua universidad ¡Cuánta facilidad!.

Junto a mis dos sobrinos, mis hijos y mis padres; nos fuimos a “Patronato” un conjunto de calles con almacenes y fabricas que venden al por mayor y al por menor indistintamente. Todo es más barato. Y mi madre decidió comprarle ropa a los nietos para el verano.

Algo ha pasado en Santiago estos años, caminaba mirando las caras, oyendo las voces. Han cambiado las calles, los negocios, las personas. No sé si para bien o mal: sólo que en ningún momento reconocí ninguna calle que antes, cuando vivía en Chile, visitaba a menudo.

Por suerte, los que vengo a ver están bien y sonrientes y esos abrazos se reconocen siempre y guardo escenas maravillosas, como los de mi familia en una calle de Santiago de Chile o mis hijos en el metro. Esos mismos que se agobian si les hablan de salir del pueblo.

Gracias a los que me habéis preguntado por mi padre @victorcaro lo podéis en las fotos, sonriente con sus nietos; Está más flaco, pero salió bien de la operación y se está recupera en casa "regaloneando"(como se dice en Chile) o "recibiendo mimos" (como se diría en España)