Desde comienzos de la humanidad, las personas y animales han realizado diferentes tipos de actividades para alcanzar o lograr sus objetivos, así podían conseguir su alimentación, vivienda, es decir crear una sociedad entera. A través de los años se ha demostrado que las metas se alcanzan trabajando en equipo, donde cada miembro tiene algo que aportar, ya sea fuerza, conocimientos habilidades y algunas veces solo apoyo moral, el hombre como individuo es un ser social, se desenvuelve y funciona en grupos , en su área de trabajo, en su hogar en distintos momentos o situaciones siempre estará acompañado, … forma parte de una estructura integrada por distintos elementos que son necesarios para lograr una función específica.
Cuando formamos parte de una sociedad, de un equipo de trabajo, debemos sentirnos orgullosos ya que estamos aportando nuestra experiencia, nuestros conocimientos, nuestra habilidad, para fortalecer y enriquecer el conjunto en sí, y por muy insignificante que se crea un componente, siempre será necesario para que todo funcione como debe hacerlo.
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Somos como los eslabones que forman una cadena de acero, que sirve como elemento de seguridad para proteger una propiedad, también sirve como herramienta para soportar algún objeto pesado, si falla uno de los eslabones, la cadena se rompe y no cumple la función para la cual se utiliza. Así que no importa cuál de los eslabones seas, tu aporte es necesario e importante, y al final sentirás la satisfacción por haber cumplido con lo que se esperaba de ti.