Cuando eres adolescente sientes inexplicablemente un sentimiento de fin del mundo, que este poco a poco está derrumbando a pedazos lentamente, que nadie te entiende y ese sentimiento de soledad te abaraza y hace que te aísles, quizás por fuera te veas fuerte, pero en tú interior sabes que te falta algo más y es cuando atacan las películas románticas, donde perfectamente consiguen al amor de su vida a primera vista y todo es perfecto y luego estas tú deseando fervientemente que te pase algo así, llevándote golpes en el amor a través de la desilusión y decepción, poco a poco todo te envuelve y te resignas, ahí es donde dices por primera vez “El amor es un asco”.
Por algo así pase yo, debo admitir que solo he tenido dos novios a mis no tan largos 19 años de edad. El primero no terminó muy bien por una infidelidad, pero que no se diga que de las cosas malas, no puedes sacar cosas buenas, porque para mí fue la mejor transición por la que pude pasar, después de eso me conocí como antes no lo hacía y doy gracias a Dios por que eso era lo que tenía que pasar.
Pero un día en mi primeros 3 meses en la universidad, totalmente resignada al amor y sin buscarlo llegó mi momento, lo vi, vi al amor de mi vida (sin exagerar, puedo decir que lo sentí, sí existe ese sentimiento) estaba sentado en un banquito en la universidad y (todavía no se sí a mi fortuna o desgracia) estaba sentado con un grupo de compañeras que compartía y como en toda historia de amor, es decir bien dramática a él le gustaba una de las chicas de ahí, pero según él me cuenta ahorita que cuando me vió, pensó que jamás lograría estar con alguien como yo.
Después de mandarle la solicitud en instagram y stalkearlo, nos hicimos amigos. Él siempre se metía conmigo porque dice que soy muy sifrina y pequeñita (mido 1.52 y con esperanza de llegar a 1.60) y así entramos en confianza y nos convertimos en amigos llegaba super super temprano a la universidad solamente para verlo, pero igualmente a él le gustaba mi compañera, lo escuchaba y muy justamente lo aconsejaba sin que mis sentimientos interfirieran.
Finalizando el Primer trimestre de la universidad, mi compañera decidió hacer una fiesta para celebrar, en un lugar realmente lejos de mi casa, pero tenía que celebrar y matar mi despecho por mi ex, asi que decidi ir, aún cuando se me hizo super tarde y estaba lloviendo horriblemente, fui. Al principio todo bien hasta que decidí pasarme de tragos y todo se volvió un DESASTREEEEEEE, pero en resumen, después de esa noche el chamo que me gustaba y mi compañera “terminaron” (entre comillas porque realmente nunca fue nada de nada).
Durante esas vacaciones perdonamos lo que había pasado y comenzamos a hablar como si nos conociéramos otra vez. Hasta que el 21 de febrero nos fuimos a una discoteca y todo era realmente perfecto hasta que por el balcón vimos a mi compañera (o sea de todos los lugares en serio estas aquí hoy?, así me sentí), sin embargo bailamos y en eso nos besamos, ese día me agarro la mano por primera vez, pero no se confundan porque ese día no nos volvimos novios, se dignó a perdirmelo muchos meses después y a partir de ahí nos pasaron muchísimas cosas buenas, pero como no todo puede ser color de rosas, nos pasó algo muy malo……
Continuara en un siguiente Post…