Soy afortunado, tengo todo lo necesario para vivir, soy agradecido, no me falta nada y desafortunadamente a muchos les falta todo, pero soy una persona ambiciosa y deseo más, vivo en Venezuela y nadie puede negar la situación actual, somos el reflejo de nuestros errores pasados como sociedad y la estamos pagando cara, pero todo este desagravio ha significado un enorme aprendizaje para cada uno de nosotros, algunos dirán que el precio ha sido muy elevado y si, fue un alto costo, pero la recompensa será aún mayor a la hora de la justicia y la reformación de los verdaderos valores del pueblo venezolano, la vuelta de todos los autoexiliados que tuvieron que buscar otros rumbos y separarse de todo lo que conocían.

No pido una ejecución pública para los que provocaron todo este desastre, solo su rendición, no tienen nada que ofrecer al país y sinceramente nunca tuvieron intenciones de ofrecerle algo a alguien que no fuera su propio bolsillo, es hora de que tanta gente que ha sufrido por sus acciones, siendo afectada de tantas maneras, sea liberada y se le permita de una vez por todas explotar todo su potencial, vivir de manera digna y no digo todas estas cosas solo por ser nacionalista e intento defender a los míos, sino que confío en todos nosotros, sabiendo que somos gente trabajadora y que se esfuerza por lograr sus metas cueste lo que cueste, si no me creen miren las cosas que hemos hecho frente a esta crisis.

Nos pido a todos nosotros que seamos valientes, luchemos por lo que queremos, lo que realmente queremos, nos centremos en eso, pues unidos no hay quien nos detenga y no hay objetivo inalcanzable para nuestra voluntad.