Lo terno de lo absurdo.

Naces, creces te reproduces y mueres. En eso consiste todo esto que llamamos vida, un terno y absurdo ciclo. No debería llamarse vida la verdad, debería llamarse ciclo aburrido. Salimos? Claro! Vemos las personas con sus vidas tristes y aburridas, preocupadas por llegar a tiempo a su trabajo que en su medida es un empleo no deseado... Donde seguramente pasarán por una mierda de día, donde todo lo nuevo e interesante que verán es quizás un cliente nuevo extrovertido o de pronto una tarea nueva que le manden hacer.
Que el trabajo es malo? No, nunca lo he pensado así, trabajar es lo único que nos dignifica, solo quiero hablar de algo que vemos todos los días, lo sentimos y aun así no somos capaces de decirlo:
Sales del trabajo. Qué bien! Podrás llegar a tu aburrida residencia, comer, ver algo que seguramente te alegrará un poco y volver a quedarte dormido esperando otro día aburrido más.
Lo único que nos mantiene vivo es solo la larga espera de sentir algo nuevo, de una sorpresa o de algo que nos vuelva a recordar que estamos vivos.
Osho tenía razón al decir que la conciencia plena sobre nosotros y de nuestro ambiente nos convierte en seres libres y espirituales. Pero no advirtió que cuando se pasa esta barrera, la conciencia es solo un terno horror... Ver la vida desde lo consiente nos hace ver que la vida solo es un aburrido círculo, en donde seguramente la sorpresa nueva que tendrás es comer algo nuevo o quizás encontrarte un conocido, charlar un rato y rogar para que tenga una vida más miserable y peor que la tuya. Sintiéndote menos sofocado.... Menos miserable.
Y esto no se trata de tener pareja o no, ni ser casado o estar solo, no! Nada de eso. Solo se trata de contar las cosas como son, como un humano se puede sentir.
Agobiado por una tristeza desconocida, un viento extraño, un pensamiento hijo de puta que nubla nuestra felicidad... Reconocer que no estamos viviendo como el universo manda. Solo dejamos pasar, solo dejamos ser; Pero qué haces Steven? Dice su amigo... Para que quieres saltar desde el segundo piso? - respondiendo su amigo dijo: quiero al fin poder sentir que estoy vivo, que sigo aquí, algo verdadero. Así es nuestra vida, solo aparentamos y lo hacemos tan bien que llegamos a nuestras muertes aparentando... Todos definitivamente somos unos actorazos de primera. Y nuestro premio Nobel es la muerte triste, dura y fría.
Me despido y lo único que quiero que piensen un rato es que deben vivir, disfrutar la soledad y la compañía, hasta el día que partamos de este miserable mundo.